Carrillo dio a conocer un informe de la Procuraduría que detalla la existencia de 22 barrios de Tumaco con altos índices de violencia debido a la lucha de bandas criminales y disidencias de guerrillas por el control territorial.

Es justamente en zonas como esas en las que se han identificado la posible existencia de 7 de estos lugares de tortura y macabras amputaciones de extremidades. Según el procurador, allí someten a niños a trabajos de recuperación y trasteo de cadáveres.

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“Yo sé que hay temor para denunciarlo, pero lo tenemos documentado también como resultado de este trabajo de la Procuraduría”, dijo Carrillo, que además se ocupó de denunciar otros actos relacionados con delitos sexuales.

Así, informó sobre prácticas de sometimiento sexual con niñas entre los 10 y 14 años, también con personas en situación de discapacidad y población LGTBI.

Todas estas calamidades, según Carrillo, obedecen al poder ejercido por el narcotráfico para financiar bandas criminales y disminuir o entorpecer la presencia institucional, que de por sí es bastante deficiente en toda esta zona conocida como Chocó Biogeográfico, con un medio ambiente único y colmada de pueblos ancestrales.