¿Cuál es la agenda que retomarían, habría posibilidad de otro cese al fuego bilateral? Dos días después de asumir el mando, se dan los primeros pasos concretos del gobierno de Gustavo Petro para retomar las negociaciones de paz con el Eln.

Por ejemplo, cuatro años después de que se pusiera fin a estos diálogos de paz, ya se autorizó el viaje de delegados gubernamentales a Cuba para reestablecer los contactos con la delegación de paz de ese grupo guerrillero.

Esa fue una de las más importantes decisiones que tomó el nuevo gobierno en el primer consejo de ministros que se cumplió el lunes 8 de agosto. Esto ocurre después de que el presidente Gustavo Petro anunciara que el proceso de negociación con esa guerrilla se reanudará “en el punto en qué se interrumpió”.

Aunque ya había declaraciones de disposición al diálogo tanto de la guerrilla -que lo hizo días después de la elección de Petro-, como de miembros de ese gobierno, el anuncio de Petro le pone acelerador al inicio de esa negociación.

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El proceso con el Eln inició en 2014 cuando esa guerrilla aceptó negociar con el gobierno de Juan Manuel Santos. Las negociaciones se dieron primero en Quito (Ecuador) y luego se trasladaron a Cuba, país que también fue sede del Acuerdo de Paz que condujo al desarme de la antigua guerrilla de las Farc en 2016.

La negociación con el Eln se frenó en enero de 2019 cuando el entonces presidente Iván Duque reactivó las órdenes de captura contra los 10 miembros del Eln que integraban la delegación de paz en Cuba. Esa orden, que supuso la ruptura de los diálogos, se dio como respuesta al ataque reivindicado por el Eln contra la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá que dejó 22 muertos, entre ellos el agresor, y más de 70 heridos.

¿Cómo se retomaría el diálogo con el Eln?

Tras más de dos años de diálogos exploratorios, el 30 de marzo de 2016 se anunció en Caracas (Venezuela) la fase pública de los diálogos de paz. La mesa de negociación fue instalada en Ecuador y las sesiones se llevarían a cabo entre ese país, Venezuela, Brasil, Cuba y Chile.

La importancia de Venezuela en este proceso es clave para esta nueva negociación y el Gobierno de Petro lo sabe. No es menor la reunión del pasado 29 de julio del canciller Álvaro Leyva con su homólogo venezolano Carlos Faría en la que se acordó normalizar las relaciones entre ambos países.

Tal como lo dijo a Colombia+20 hace unos días María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), “no hay ninguna posibilidad de avanzar en una negociación si no hay cooperación con el Gobierno de Nicolás Maduro”. Esto porque hay temas binacionales que involucran a esa guerrilla y porque hay intereses en la zona de frontera.

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En la fase pública también se fijó una agenda de seis puntos que debía concluir con el desarme de esa guerrilla. Hasta el momento, esa agenda seguiría en pie con esta nueva negociación, incluida la posibilidad de un cese al fuego bilateral.

1. Participación de la sociedad en la construcción de paz: los grupos negociadores se comprometieron a recibir propuestas e idea de la sociedad civil para construir una visión de paz. En su momento también se hablaba de que este punto podía traducirse -tal como en el Acuerdo de Paz con las Farc- en participación política de quienes firmen la negociación.

2. Democracia para la paz: buscaba un debate para examinar las decisiones de la sociedad en los problemas sociales que la afecta y una “revisión del marco normativo para la manifestación pública y la situación jurídica” de los condenados en el ejercicio de la movilización social.

3. Transformaciones de la paz: se pensaba como las propuestas que salgan de la implementación del punto dos, así como acciones y planes para superar la pobreza y la “recuperación de zonas afectadas por el conflicto armado”.

4. Víctimas: busca el reconocimiento de las víctimas y sus derechos a la verdad, justicia, reparación y no repetición.

5. Fin del conflicto armado: Este punto era el marco para el tránsito de esa guerrilla a la legalidad. Esto incluía el desarme y cese al fuego, el fortalecimiento de la expresión política del Eln y programas de reinserción y garantías de seguridad cuando estén en la vida civil.

6. Implementación: Se daría tras lo que denominan un ‘Plan General de Ejecución’, en el que se incluye cronograma para la refrendación del acuerdo, los mecanismos para llegar al fin del conflicto y la verificación de organismos internacionales.

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Los primeros pasos para empezar la negociación

Uno de los primeros pasos del gobierno de Petro será restablecer el protocolo firmado el 5 de abril de 2016. Los firmantes fueron Frank Pearl, como jefe de la delegación del gobierno, y Antonio García, como jefe de la delegación del Eln. También firmaron Cuba y Noruega como países garantes.

Ese documento establecía las reglas de juego para garantizar la seguridad de la delegación del Eln en caso de ruptura de las negociaciones y preveía que las partes se tomarán 15 días para planear y concretar el retorno a Colombia de la delegación del Eln. El gobierno de Duque, en cabeza del alto comisionado de Paz, Miguel Ceballos, desconoció ese protocolo al pedirle al gobierno de la isla expulsar de su territorio a integrantes del Eln que estaban negociando con el gobierno de Santos.

Esa petición en su momento causó gran controversia porque el Gobierno Duque afirmaba que el atentado contra la Escuela era razón suficiente para que se rompiera ese protocolo y Cuba entregara a la justicia colombiana a los miembros del Eln que estaban en la isla, mientras expertos en derecho internacional insistían que un protocolo de ese nivel era imposible de incumplir por parte de Colombia.

El gobierno de Petro sabe que es necesario enmendar esa situación. En su anuncio del lunes, Petro afirmó: “Revitalizar los protocolos, reconocerlos, significa que le pedimos a los países que en ese momento fueron garantes que sigan siendo garantes (…) Hoy tendríamos que preguntarles a todos esos gobiernos si quieren seguir siendo garantes del proceso que se reinicia”, destacó el presidente.

El anuncio de Petro se dio durante su primer encuentro bilateral con el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien dijo que su país seguirá siendo garante, aunque durante la visita de la vicepresidente Francia Márquez días atrás, Boric ofreció su país como sede de las conversaciones. De hecho, no hay que olvidar que las delegaciones del Eln y el gobierno Santos habían acordado que la sede de los diálogos se rotara entre los países garantes.

El mismo canciller Leyva dijo recientemente que “la paz total empieza en Cuba”, y por ello se espera que haya una reactivación de las relaciones con Cuba y un reconocimiento expreso de los inmensos aportes de la isla a la paz de Colombia.

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Y ya se dieron los primeros pasos: una nutrida delegación del gobierno cubano estuvo presente en la posesión del presidente Petro. El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, encabezó la comitiva, en la que además estuvieron la viceministra de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal; el director General de América Latina y el Caribe del Ministerio, Eugenio Martínez Enríquez; y el embajador de Cuba en Colombia, Javier Caamaño Cairo.

Un día después de la posesión, Petro recibió en su despacho a la delegación y unas horas después, en su primer consejo de ministros, se dio vía libre al viaje de los funcionarios del nuevo gobierno a Cuba.

Sobre la posibilidad de que los países garantes, Cuba y Noruega, sigan cumpliendo este papel, también hay avances. El saliente embajador de Noruega John Petter Opdahl, dijo en una reciente entrevista con Colombia+20 que su gobierno está listo para ello. “El presidente Gustavo Petro hizo una invitación a Cuba y a Noruega para ser garantes si se da un diálogo con el Eln y estamos listos a jugar un papel si las dos partes lo quieren. Hay que esperar a que las cosas estén más claras en ambos lados, definir el formato el cómo y el dónde”, afirmó.

Por su parte, el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, ya habló del tema de manera pública y resaltó “la disposición de avanzar en los nexos bilaterales entre ambas naciones y fortalecer la cooperación con el nuevo Gobierno”. Además le deseo éxitos al presidente Petro en esta nueva etapa, que comienza tras la victoria alcanzada con gran apoyo popular. Ratificó, además, “el compromiso de Cuba con la paz en Colombia”.

El Ejército de Liberación Nacional (Eln) surgió en 1964 y desde hace casi 40 años diferentes presidentes de Colombia han intentado, sin excepción y sin éxito, tener una salida negociada al conflicto armado con la que es considerada la segunda guerrilla más grande del país.