Gustavo Petro anunció hace pocos minutos que suspendió las órdenes de extradición contra los negociadores del Eln que se encuentran en Cuba y así permitir que ellos se reúnan con su grupo armado y así avanzar en los diálogos de paz.

“Permitir que puedan reconectarse con su organización, suspender órdenes de captura a esos negociadores, suspender órdenes de extradición y así se avanza en la política de paz total”, dijo el mandatario en declaraciones recogidas por Caracol Radio. 

La suspensión de la mesa de negociación por parte de Colombia, en cabeza del expresidente Iván Duque en 2019, tensó las relaciones diplomáticas con Cuba por el cumplimiento de los protocolos firmados entre el Estado colombiano y los países garantes, que contemplaba que en caso de rompimiento la comandancia guerrillera tendría unos días para volver a sus campamentos.

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Ahora, los negociadores podrán retornar a su organización y recomenzar los diálogos de paz, de los que ambas partes han expresado su intención de llevar a un buen puerto. 

Además, confirmó que este protocolo se va a ampliar con otras estructuras, a las que invitó a prepararse y mostrar disposición para ir por ese mismo camino. 

 “Invito a quienes integran las llamadas autodefensas para iniciar un trayecto similar y, conjuntamente, entregar esta región a la paz y la vida de sus propios integrantes, si son menores de edad, a la sociedad, si son mayores de edad, a la existencia pacífica en el territorio o en cualquier lugar del país”, sentenció el mandatario.

 

Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz

Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.