Parece que el secuestro no fue suficiente. Los policías que estuvieron retenidos por varios manifestantes en Caquetá apenas se están recuperando de la agonía que vivieron por más de 30 horas cuando fueron privados de la libertad, después de ser acorralados en medio de la asonada en el corregimiento de Los Pozos, San Vicente del Caguán. Los uniformados que estuvieron bajo el control de estas personas también sufrieron robos. 

(Vea también: “Cerco humanitario” o el ‘secuestro’ de palabras en discurso del ministro Alfonso Prada)

Así lo expuso el intendente Juan Ávila en Noticias Caracol, uno de los que estuvo secuestrado. El uniformado indicó que fueron varias las pertenencias que les arrebataron: “Todos nuestros elementos, nuestra información personal quedó allá. En mi caso no sé qué pasó con mis cosas. Me imagino que a mis compañeros les pasó lo mismo. Nos tocó entregar todo porque en juego estaban nuestras vidas”.

De acuerdo con el noticiero, entre los objetos que se robaron hay documentos y artículos personales, así como munición que pertenece a la Policía Nacional. Estos son los elementos hurtados que aún no aparecen.

  • 72 equipos (cascos, escudos y armamento)
  • 5 celulares rugerizados
  • 7 cámaras de casco
  • Computadores
  • Documentos y celulares personales
  • 8 armas de fuego
  • 13 armas no letales de diferentes calibres
  • Munición (Granadas de humo, lacrimógenas y aturdidoras)

Ávila cree que fue el grupo de manifestantes el que se quedó con todos estos elementos y pide que les regresen cuantos antes sus pertenencias, sobre todo los celulares de los policías.

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Al respecto, Carlos Chacón, director del Instituto de Ciencia Política, cuestionó en el citado medio la conducta de la guardia campesina al quedarse con estos elementos: “La pregunta es: ¿quién puede darle uso a ese material? Los campesinos que viven de producir la tierra no necesitan de eso, los que usan eso son los grupos criminales que utilizan las armas para delinquir”.

Las investigaciones que adelantan las autoridades sobre el caso, que deberán corroborar la ejecución de un secuestro, lo mismo que el homicidio del policía y las muertes de dos manifestantes, ahora deberán consideran la comisión del presunto delito de hurto calificado por la pérdida de las pertenencias de los uniformados.