Allí, tuvieron la mala suerte de ser identificados por algunos de los reclusos que los atacaron física y verbalmente, tal como lo contaron algunos de los familiares de los agentes a Citytv.

Los denunciantes aseguraron a ese noticiero que los reos miran si son ellos los responsables de haberlos capturado y que “les botan en la cara tinto caliente, orina o excremento”.

Pero a raíz de esta situación, los familiares también han sido “víctimas de llamadas extorsivas que exigen dinero para no atacarlos”, añade ese medio.

Una de las esposas de los agentes acudió al Gaula y consiguió que se capturara a una mujer cuando iba a recibir un millón de pesos que exigía para dejar tranquilos a los policías, agrega el informativo.

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Los tres policías fueron imputados por los delitos de concusión, hurto calificado, prevaricato por omisión y cohecho, según detallaron autoridades a Citytv.