“Le queremos pedir a este par de Gobiernos hacer un corredor humanitario para salir con las personas que están aquí. Más de 1.000 personas de todas las edades”, dijo Negret, que hizo un recorrido por sectores del puente internacional de Rumichaca, que conecta a Colombia con Ecuador.

El pasado 26 de agosto, el país vecino impuso el requisito de visa a los migrantes venezolanos, en un intento por regular su entrada al país, después de que más de un millón de ellos cruzaran sus fronteras en los últimos dos años, la mayoría con destino a Perú y Chile.

El funcionario colombiano explicó que luego de establecer el corredor humanitario, los organismos estatales deben elaborar un plan en el que las fronteras de los países andinos no estén cerradas.

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“Las fronteras andinas tienen que estar abiertas porque somos hermanos. En dónde quedó la famosa norma de la Comunidad Andina donde podíamos pasar solamente con la cédula y sin ninguna restricción”, reflexionó Negret.

Valoró los esfuerzos del Gobierno colombiano, de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para ayudar a los migrantes venezolanos que están en la frontera de Colombia con Ecuador.

Remarcó que lo que hacen esos organismos internacionales, lo mismo que la gobernación de Nariño y la alcaldía de Ipiales, en donde está el puente Rumichaca. “No merecen [los venezolanos] el irrespeto que están teniendo los Gobierno de Ecuador y Perú al cerrar las fronteras”.

Igualmente, dijo que impedir el paso de niños y mujeres embarazadas “no tiene perdón de Dios”.

El director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, le pidió la semana pasada a Ecuador revisar la imposición de visado a los venezolanos que buscan entrar a ese país, pues considera que la medida fomenta la migración irregular y destruye familias.