Así lo confirmó Rosa Cárdenas, habitante del sector, quien relató que desde el pasado 25 de noviembre los cadáveres de caninos comenzaron a aparecer con muestras de maltrato.

La mujer le dijo a El Tiempo que “los primeros perros que murieron los mataron a palo; otros fueron envenenados; e, incluso, hay quienes denuncian que les botaron veneno a los perros que estaban en las terrazas, dentro de las casas de sus dueños, para matarlos”.

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La testigo afirma que los hechos continuaron en los días posteriores al primer reporte, pero que las autoridades no prestaron atención al caso.

“El 26 de noviembre alertamos a unos patrulleros. Los llevamos hasta donde estaban los perritos muertos y pedimos ayuda. nos respondieron que, como no había certeza de quién lo había hecho era muy difícil actuar”, afirmó.

Rosa Cárdenas también le expuso a RCN Radio su preocupación por el riesgo que los rastros de comida envenenada puedan representar para los niños de la zona.

“La angustia es que, así como envenenaron a los animales y les tiraron comida, de pronto algún niño pueda recoger eso y lo pueda consumir. Aquí no tenemos agua potable, es de un nacedero y pues se maneja por manguera. El tanque no tiene tapa y es muy peligroso”, señaló.

Ante las denuncias, la Fiscalía anunció investigaciones para esclarecer los hechos y dar con los responsables de lo ocurrido.

 

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