Aseguran que llevan varios días buscando transporte para sacar sus alimentos y comercializarlos en las grandes ciudades del país, pero les ha sido imposible. 

“Los transportadores dicen que no se arriesgan porque ven los desórdenes en las vías. No van a correr el riesgo de que les rompan el carro y ellos sean agredidos. Si agreden a las autoridades, qué se espera de un conductor que esté pasando carga en una carretera”, detalló Edgar Medina, campesino de Tuta, Boyacá, en diálogo con Noticias Caracol.

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Medina agregó que apoya el paro, pero que está en contra de los bloqueos de vías que están impidiendo la libre circulación de personas en todo el país. 

Lamentó que la iniciativa del paro se haya convertido en un arma de doble filo que está empezando a afectar a los campesinos de la zona, quienes reportan pérdidas por 22.000 millones de pesos, luego de dos semanas de bloqueos. 

“La comida no tiene que ser moneda de cambio ante una protesta. Hay manera de protestar más civilizadamente. […] La protesta nos afecta es a los campesinos, a los que estamos trabajando la tierra día a día para el sustento de nuestras familias”, indicó en ese medio. 

De igual forma, contó que el método de financiamiento de sus cosechas depende del éxito con el que pueda vender los alimentos. Si pierde el producto que está sacando en estos momentos, cree que va a ser imposible poder seguir cultivando papa, cebolla, tomate y demás alimentos que tiene en su terreno. 

“Acudimos a créditos para poder cultivar nuestra tierra y después de ese pago que nos hacen por la cosecha saldamos las deudas a los bancos. Ahora nos sentimos prácticamente en la quiebra, estamos en la quiebra, porque si llevamos la cosecha a la plaza y no nos dejan pasar, pues nos toca devolvernos a la casa sin plata, sin comida y sin dinero para subsidiar las nuevas cosechas”, sentenció Medina, en ese noticiero.

Este es el testimonio de Medina, en Noticias Caracol: