Durante los últimos días, y a través de redes sociales, se ha movido en video de un oso andino cazar y comerse a un ternero. Las imágenes, según señaló el medio Guavio Noticias, el cual lo publicó en Twitter, fueron tomadas durante la tarde del lunes, en la cercanía del páramo grande de Guasca, provincia del Guavio, en la propiedad de campesinos del sector.

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Por esto, tras conocer el video, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) hizo un llamado a personas de la comunidad, así como a cualquier interesado, a no atentar contra los osos andinos por su condición de depredadora. (Le puede interesar: Dos nuevas especies de orquídeas fueron encontradas en Dapa, Valle del Cauca)

El oso andino (Tremarctos ornatus), explican, es una de las especies de mamíferos carnívoros más grandes que se encuentra en su jurisdicción, recorriendo zonas de alta montaña y páramo. Aunque suele preferir alimentarse de frutos, brotes y cogollos de plantas, huevos y miel, en ocasiones puede cazar algunos mamíferos y consumirlos o consumir carroña que encuentre en su camino.

“Es una especie que abarca territorios amplios. En la parte norte de la Cordillera Oriental se encuentra asociado principalmente a ecosistemas aledaños al Parque Nacional Natural Chingaza y sus zonas de amortiguación, así como dentro de las áreas de reserva regional como la Reserva Forestal Protectora (RFP) del Bosque Oriental de Bogotá y la RFPP de la Cuenca Alta del Rio Bogotá, extendiéndose hacia el oriente”, dijo Leonardo Martínez Luque, biólogo de la CAR. (En otras noticias de Ambiente: Los “pendientes” que heredará Susana Muhamad, la próxima Ministra de Ambiente)

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Según el experto, los escenarios de interacción con ganadería ocurren principalmente cuando el oso encuentra vacunos dentro del bosque o deambulando libremente. “El oso puede acercarse al ganado y generar ataques sobre terneros, morderlos, arañarlos e iniciar el consumo del animal sin matarlo previamente. Esto se debe a que el oso, a pesar de ser un carnívoro, no es un cazador especializado como el puma o el jaguar”, explicó Martínez.

Estos eventos, recuerda la CAR, son más frecuentes en la medida en que la frontera agrícola se extiende a las áreas de corredor del oso, aumentando el riesgo de depredación. Por esto la CAR, junto a otras autoridades, “viene adelantando de manera permanente acciones de monitoreo y seguimiento tanto a los individuos de oso, que son una especie de alta importancia en la conservación de estos páramos y fuentes de recarga hídrica, como a los ganaderos de estas zonas, a quienes pide a darle un manejo adecuado a sus animales de producción, mantener las cercas y los potreros en buenas condiciones, y a efectuar vigilancia permanente para evitar que los animales deambulen libremente”. (Lea también: Guardaparques amenazados: ¿quién responde por su salud mental?)

El oso andino es una especie que se encuentra en un estado vulnerable a la extinción, por lo que, además, está protegida por la normativa ambiental y su caza es considerada un delito ambiental y penal.

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Las autoridades ambientales estamos atentas a cualquier reporte. Venimos ejecutando acciones de manejo del territorio para mejorar las condiciones productivas y asegurar la conservación de la especie”, puntualizó el director de la CAR.