Aún no se posesiona el presidente electo Gustavo Petro y varios de quienes lo acompañarán en el gobierno que comienza el 7 de agosto próximo ya tienen hablando al país, con satisfacción unos y con preocupación otros.

El designado nuevo presidente del Congreso, el senador Roy Barreras, dijo que serán tres las reformas que piensa tramitar en el Legislativo de manera urgente: la tributaria, la rural y la política. De las tres, solo la política no tocará directamente el bolsillo de los colombianos.

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El anuncio lo hizo Barreras al comienzo de una semana en la que el dólar seguirá la tendencia alcista, a juzgar por la forma como empezó a cotizarse la divisa este lunes (4.500 pesos).

A esto se sumaron las declaraciones de Cecilia López Montaño, que estará al frente del Ministerio de Agricultura, que dios puntadas sobre lo que será la reforma rural: “El principio fundamental es que Colombia tiene que volver productivas todo el potencial que tiene en el sector rural”, dijo en Caracol Radio.

Y expuso en principio el caso de la ganadería en el que, según ella, hay propietarios de tierra que “tienen la alternativa de volverla productiva, por ejemplo, con una ganadería intensiva, lo que les liberaría tierra para hacer otra actividad, con otro tipo de productos, si la tierra se lo permite”.

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“Si no, la tierra entra al mercado de tierras. Y en ese mercado de tierras entra otra gente del sector, pero también entra el Estado, que tiene la posibilidad de utilizar esta tierra productiva y el Estado la compra”, dijo López en la emisora. “No vamos a distribuir tierra de baldíos, como proponen los que no quieren que toquemos esas grandes extensiones de tierra que no están siendo utilizadas”.

De acuerdo con la próxima minagricultura, en Colombia hay 1’100.000 familias “de agricultura familiar que proveen gran parte de los alimentos que consumimos con menos de una hectárea y media, es decir, no tiene tierra para producir. El promedio de tierra por cabeza de ganado es poco más de una hectárea; en cambio, hay 1’100.000 familias que tienen menos de lo que tiene una vaca”.

Explicó en la frecuencia radial que, si los dueños de grandes extensiones de tierra no saben cómo volverla más productiva o si no quieren pagar los impuestos extra, “el Estado distribuiría esa tierra entre las familias que hoy tienen microfundios. Esa es la esencia del principio de la reforma agraria”.

También aseguró que Colombia tiene toda la normatividad necesaria para hacer eso, y toda la información. “Colombia ha diagnosticado exageradamente el sector rural. El problema es que no aplica. Hay suficiente información y esto se tiene que hacer con todo el refinamiento técnico posible”, siguió en el mismo medio.

“Es muy difícil pensar que una persona que tiene 500.000 hectáreas, que mata ganado cada hora, no tenga los recursos suficientes”, advirtió López Montaño en la emisora. “A lo que esta gente está jugando es a esperar la valorización de las tierras. Muchas de estas tierras, que están cerca de las ciudades, no se usan para agricultura con la esperanza, y así ha pasado, de terminarlas vendiendo por metro cuadrado a las ciudades que están aledañas”.

“No crea que los dueños de las grandes extensiones son gente pobre que no tiene ni un solo recurso. Los pobres están en microfundios”, advirtió. “No podemos seguir con esta cantidad de tierras subutilizadas esperando simplemente que se valorice, cuando el país está importando esa cantidad inmensa de alimentos, cuando tenemos unos niveles de pobreza y de desempleo, de subempleo en el campo, y cuando tenemos el potencial de reducir importaciones y generar exportaciones”.