La mujer habló con el medio alternativo Valaaguela.com, y aseguró que ella también se iba a practicar una cirugía estética con el doctor Soler Moreno, que hoy responde ante la justicia por la muerte de su paciente Wendy Buesaquillo, el pasado 4 de julio en el norte de la ciudad.

Conocí el caso de la joven que murió el sábado y lamento mucho el dolor de su familia en este momento, porque pude haber sido yo u otra persona”, dijo la mujer, a la que le protegieron su identidad, y luego se refirió a cómo llegó a contactarse con el médico.

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Carolina contó, en ese medio, que primero se comunicó con un supuesto cirujano de un centro de estética en Chapinero para hacerse una lipo con lipoinyección, por la que le cobraban 4 millones de pesos, y que ahí, “en Andrés Gómez Spa”, le recomendaron al doctor Soler.

 “Contacté al doctor Alberto Soler por redes sociales, le escribí y hablé con una asistente de él. Me hizo enviarle fotos y ella me recomendó que tenía que hacerme una lipectomía”, dijo, y aseguró que fue ahí donde le dijeron que Gómez Spa “trabaja con Soler y se hace pasar como si fuera cirujano”.

“Consigue las pacientes, les echa la labia como si fuera cirujano, pero él simplemente es un médico estético, enfermero, y me dijo que el doctor Soler es el que realiza los procedimientos, y también está el doctor Zúñiga”, advirtió la denunciante.

Carolina, que entregó pantallazos a ese medio de las conversaciones por chat, dijo que le mandaron a hacer varios exámenes médicos y que solo faltaba la valoración, pues tenía cita con Soler “en el centro médico en El Olaya, el 5 de julio”. No obstante, dice, algo sucedió y le cancelaron la valoración “por caso positivo de COVID-19 en el edificio donde queda el quirófano, en la 140”.

Fernando Ruiz, ministro de Salud

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La mujer mostró una conversación con la asistente de Soler y aseguró, en la entrevista, que la información que le dio era que en la operación estarían “el cirujano, anestesiólogo, instrumentadora, Andrés; que es jefe de enfermería, y la enfermera de recuperación”.

Carolina dijo, en Valaaguela, que decidió dar su testimonio porque hay varios supuestos cirujanos que la “enredaron” con su caso, y porque no quiere que esto les pase a otras mujeres que buscan mejorar su figura con “médicos que no tienen un título como para jugar con la vida de las personas”.

Y es que según informó la Fiscalía, el pasado 9 de julio en un comunicado, en el momento de hacer la inspección en la clínica (ubicada en el barrio Cedritos) en donde falleció la joven madre, de 23 años de edad, una comisión de la Secretaría de Salud encontró que “el lugar no cumplía con los requerimientos exigidos por la ley para la práctica de cirugías”.

Además, el organismo acusador dijo que “hay varias quejas formales sobre procedimientos médicos irregulares que se habrían realizado en ese punto”, y que a las tres personas capturadas, entre ellas a Soler, se les imputó el delito de “homicidio simple a título de dolo eventual”, pero que no lo quisieron aceptar.

Fue por eso que un juez ordenó enviar a prisión al cirujano, mientras que a sus dos auxiliares de enfermería, Karen Rodríguez y Laura Mantilla, les dieron detención domiciliaria.

Esta es la denuncia que hace la mujer: