Colombia despenalizó la muerte asistida en 1997 y en julio de 2021 la justicia amplió el derecho a la muerte digna para pacientes que no estén en fase terminal. Hasta mediados de ese año ciudadanos que padecen enfermedades crónicas pero cuya esperanza de vida supera los seis meses no podían acceder al procedimiento.
En el país ya son varias las personas a las que les han practicado la eutanasia bajo esta medida. Sin embargo, hay otras que buscan ser consideradas por su historia clínica.
Es el caso de una mujer en Soledad, Atlántico, identificada como Fabiola Betancourt que dio su testimonio en diálogo con Blu Radio y exigió que le apliquen la eutanasia ante el sufrimiento que ha padecido en los últimos años.
La mujer tiene varios problemas que afectan su organismo. Son deficiencias de tipo venosa, cardiaca y renal. Además, tiene una artrosis severa que no la deja ni caminar y que ha afectado sus huesos e impide su movilidad.
“Tengo todas las deficiencias. Aparte de esto tengo artrosis severa. Yo ando con un caminador. No puedo estar de pie, acostada me canso también, no duermo casi, por la noche no duermo y no tengo ni quien me arrastre la silla”, contó Betancourt a esa emisora.
Según ese medio, Fabiola Betancourt es oriunda de Medellín, pero hace más de 30 años se radicó en el Atlántico, donde vive sola en una habitación alquilada. La mujer no tiene hijos ni esposo que le ayuden al cuidado de sus dolencias, por esa razón pide que le apliquen la eutanasia, aunque su EPS Mutualser le ha manifestado que no está autorizada para ejecutar el procedimiento.
“Yo no tengo hijos, tengo unos hermanos, pero están en Medellín y uno en Venezuela. Estoy sola”, expresó la mujer.
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