Momentos después de que se conociera el fallecimiento de Juan Pablo González en la URI de Puente Aranda, quien habría sido el presunto agresor de una menor de 17 años en la estación de La Castellana de Transmilenio, la defensa de la joven rechazó lo ocurrido y exigió justicia.
(Vea también: Necropcia a señalado abusador de Transmilenio dio más detalles sobre cómo murió)
Por medio de un comunicado, Jennifer Hernández, la abogada de la víctima, pidió investigar el deceso del presunto agresor, puesto que no se explicó cómo pudo haberse dado mientras este se encontraba bajo custodia de las autoridades.
“El linchamiento público o la muerte no pueden sustituir nunca la justicia, resultado de un proceso garantista y que las personas imputadas puedan ser vencidas en juicio, con pruebas y garantías jurídicas”, indica una parte del texto.
Acá, el comunicado de la defensa de la joven presuntamente abusada:
— Jennifer Hernandez (@senorasalvaje) November 7, 2022
De acuerdo con Hernández, el hombre debió ser llevado a juicio, sin ser hallado culpable, y ser condenado ejemplarmente.
La abogada resaltó que si el caso de la menor se hubiera manejado de manera efectiva habría dado espacio a “más y mejores políticas públicas para la atención temprana de los casos de abuso”. Por tal motivo, pidió que se lleven a cabo las investigaciones necesarias para determinar por qué murió el hombre.
“La barbarie no podrá nunca ser justificada, y rechazamos con vehemencia que una persona muera en custodia de las autoridades y exigimos a las mismas que se investiguen de manera inmediata”, menciona la especialista.
Por último, criticó la falta de garantías que existe en el sistema judicial tanto para víctimas como para señalados.
De qué murió el presunto agresor de joven en Transmilenio
Este martes se conoció el dictamen de Medicina Legal que señala que González fue asesinado este domingo en la URI de Puente Aranda producto de varios golpes.
Los informes detallan que el hombre de 42 años perdió la vida hacia las 2:12 de la tarde en la celda 4 de la URI, donde permanecía junto a unos 80 reclusos más.
No obstante, las autoridades se habrían percatado de la muerte del señalado agresor solo hasta pasadas las 4:00 de la tarde, cuando se dieron cuenta de que su cuerpo no reaccionaba.
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