Las calles de Bogotá, una vez más, se las tomarán los inconformes. Esta vez serán los motociclistas, quienes convocaron para este jueves una nueva jornada de protestas, por la ampliación de las medidas que limitan su tránsito con acompañante hombre. Si la manifestación adquiere la magnitud de la registrada en abril, seguro será una dura jornada para la movilidad de la ciudad. Pero, ¿qué hay detrás del choque Distrito-motociclistas? Un tema clave: la seguridad, que sigue golpeada.

Según el último informe de la Secretaría de Seguridad, nueve de los 16 delitos con los que se mide la inseguridad en Bogotá están en aumento desde 2020. Aun con ese argumento en contra, el secretario de esa cartera asegura que este primer semestre, y en especial junio, fueron los períodos más seguros en los últimos 20 años en la capital. El Distrito y la Policía insisten en que han aumentado sus operaciones en contra de la criminalidad. Sin embargo, los ciudadanos no comparten esa opinión. De hecho, no se sienten tan seguros como dicen las autoridades.

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En medio de ese contrapunteo hay un elemento que se destaca: la motocicleta. A pesar de ser un sistema masivo de transporte popular, también ha sido herramienta para el crimen. De ahí que hoy recaiga sobre su uso una de las medidas para hacerle frente a la delincuencia: la restricción de acompañante en las noches de los fines de semana. Mientras la administración defiende la medida, en el gremio de motociclistas hay malestar.

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La razón: dicen que los han convertido en “carne de cañón”, ante cualquier situación de orden público o criminal, al ser a los que primero condicionan, bajo la errada idea de que “el delincuente solo se moviliza en moto”. En esta oportunidad la molestia es mayor, por la promesa que les incumplió el Distrito: previo a la prórroga de la restricción se había acordado reuniones mensuales para socializar los resultados de la medida, pero, según los motoclubes, nunca se dieron.

Con los indicadores como respaldo y con el malestar al sentirse excluidos por la administración, los motociclistas saldrán a protestar hoy y, desde las 11:00 a.m., aseguran que se tomarán la ciudad, con el único fin de pedir que se “derogue la restricción”. Y esta vez sin espacio a la negociación, porque para ellos la seguridad de la ciudad no es de su total dependencia.

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¿Cómo va la seguridad en Bogotá?

Mes a mes la Secretaría de Seguridad emite un boletín con las cifras de los delitos en la ciudad, en el cual se deberían ver reflejados los resultados de las estrategias. Para este último mes, con la restricción de acompañante hombre en motocicleta (tres días a la semana, entre 7:00 p.m. y 4:00 a.m.) y la prohibición de reuniones en parques públicos (entre 10:00 p.m. y 4:00 a.m.) se esperaba un mayor impacto en las cifras, pero no parece así.

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Según Aníbal Fernández de Soto, secretario de Seguridad, el balance general, sumado a otras estrategias, permitieron tener el mes y el semestre “más seguro de los últimos 20 años”. En conversación con El Espectador, el funcionario señaló que, si bien aumentaron delitos como el hurto a personas, resulta ser el más seguro, porque se están salvando vidas: el homicidio se redujo 89 casos al comparar con el primer semestre de 2021.

 

Si bien hubo una reducción en siete delitos, para el ciudadano de a pie son los delitos en los que hubo aumento (nueve) donde se sienten más propensos a ser víctimas. Los delitos que incrementaron, en comparación con el mismo período de 2021, fueron: agresiones sexuales (30,4 %), homicidios en atracos (18,7 %), hurto a personas (12,7 %), hurto de automotores (1,0 %), hurto de celulares (5,5 %), hurto de motocicletas (2,0 %), lesiones en atraco (12,4 %), lesiones personales (10,4 %) y violencia intrafamiliar (29,3 %).

Aníbal Fernández sostiene que, aunque hay delitos que siguen aumentando y que son el gran reto para el Distrito, hay que tener claro que en algunos casos se habla de porcentajes menores, frente a lo que había a principio de año. “El hurto de vehículos, comparado con años anteriores, lo teníamos sobre 18 %, aproximadamente, y hoy está en 1 %. Lo que queremos hacer es ir bajando esos indicadores, para darles la vuelta. Esto puede ser posible gracias a las medidas que hemos tomado y a que la ciudadanía ha estado colaborando con frentes de seguridad y hasta con restricciones como la del acompañante en moto”, indicó el funcionario.

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Pero, precisamente, serían esos resultados de los que habla el Distrito, los que no tienen muy contentos a los motociclistas, pues a pesar de que durante el horario de restricción de acompañante masculino en moto, algunos delitos dejaron de presentarse, pareciera que los delincuentes no han dejado de operar y lo que hicieron fue transformar esas dinámicas. Lo que demuestra que la delincuencia común no acabó, porque los hurtos, contrario a lo que se creía, subieron, como lo demuestran los números de la misma Secretaría de Seguridad.

“La última reunión celebrada, 29 de junio, tenía como propósito establecer la mesa técnica para el análisis de las cifras que la medida transitoria arrojó. Por nuestra parte se evidencia, con pruebas estadísticas, que los resultados de la medida no son significativos comparados con el bajo porcentaje de reducción de la tasa de hurtos, que es el indicador preponderante que la administración distrital pretende atacar con la restricción”, se lee en un comunicado emitido por los motoclubes de Bogotá y Cundinamarca.

Según Yaris González, líder del gremio de motociclistas, las cifras presentadas este miércoles por las autoridades “son completamente diferentes a las mostradas en las reuniones”, lo que se convierte en una razón más para salir a protestar. “No habrá negociación. Queremos la total cancelación de la restricción del acompañante hombre en motocicleta. Por tantas mentiras que se nos han dicho en las diferentes reuniones… Ya no creemos en la palabra del gobierno distrital”, indica la conductora.

Agrega, y coincide con otros líderes, que desde la Alcaldía de Bogotá incumplieron los compromisos que se pactaron el pasado 21 de abril, cuando les aseguraron que habría una mesa de seguimiento y una última reunión para la toma de decisiones. Frente a esto, el secretario de Gobierno, Felipe Jiménez, insistió en que ellos sí se han reunido y que tienen contacto con “todos los motociclistas del gremio y que no se retirarán nunca de la mesa de diálogo”.

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Para este segundo semestre el Distrito no solo tendrá el reto de disminuir los delitos que más aquejan a la ciudadanía (hurto a personas y hurto de celulares), sino concertar con todos los sectores. Pareciera que cada una de las medidas que se toman, en pro de la seguridad, afectan, condicionan y estigmatiza, por lo menos así lo sienten los motociclistas hoy en día, y así lo sintió el comercio nocturno cuando se habló de la obligatoriedad de pertenecer a una frente de seguridad o red de cuidado para seguir funcionando.