Carlos Humberto Yepes se desempeñaba como abogado y la última vez que lo vieron fue en el centro de Bogotá, donde tenía su oficina. En ese lugar atendía varios clientes, pues su especialidad es el derecho administrativo y lleva varios procesos en contra del Ministerio de Defensa por presuntas malas liquidaciones, despidos injustificados, entre otros; también llevaba en su portafolio divorcios, así como otros casos de particulares.

La último día que su familia y las cámaras de seguridad tienen registro de él es el 26 de octubre. Ese día, el hombre salió de su casa en el occidente de Bogotá hacia su oficina a las 5:00 a. m. Antes de salir, cuenta su esposa Pilar, él se despidió con un beso en la frente y le dijo: “Siempre cuídate”.

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El retirado militar que ahora se desempeña como abogado salió tomó el transporte público y llegó a su lugar de trabajo a las 6:00 a. m., como reposa en las cámaras de seguridad del edificio, informó Semana.

Cerca del mediodía se comunicó con su esposa para contarle que, por una audiencia, llegaría más tarde de lo habitual, es decir, como a las 3:00 p. m. Sin embargo, nunca llegó.

El registro audiovisual señala que él salió de la oficina a las 10:00 a. m., luego regresó y volvió a cruzar la puerta de salida a las 4:00 p. m., pero se desconoce cuál fue su destino.

Canal Capital publicó varias imágenes de cómo es este hombre que usa un audífono por sus problemas de hipocausia y que él día que desapareció tenía jean, tenis y buso azul y camisa de cuadros.

Desaparecido Carlos Humberto Yepes dejó maletín extraño

Pilar, su esposa, fue víctima de un atraco el 25 de octubre. Ella se desempeña como docente de primaria en un colegio y al ver que su pareja no llegó aquel martes, salió a buscarlo el siguiente día. En su paso por Medicina Legal no encontró su cuerpo, que tiene dos tatuajes significativos: en su brazo derecho, el rostro de un militar con la lengua afuera y una boina roja, y, en el pecho, un tatuaje de un escudo de cinco puntas.

Luego pasó por la oficina y allí encontró un bolso Mario Hernández en el que Carlos Yepes habitualmente guardaba cosas de valor. En ese momento, la mujer se lo llevó a su casa, pero no lo revisó exhaustivamente.

Como el hombre siguió sin aparecer, su familia siguió buscando y volvió a revisar aquel maletín, en el que encontraron unos documentos personales de este militar en retiro. Lo que más llamó la atención es que había un sobre dirigido a Pilar.

En este sobre, el hombre de 48 años que no tiene hijos le dejaba documentos con firma notarial en los que él le daba la autorización para dejarla como titular de una de sus cuentas bancarias. Tenía firma y huella de él, del 19 de octubre, es decir, ocho días antes de la desaparición. A ese documento solo le faltaba firma de Pilar. Además, él le daba instrucciones de cómo debía llevar la partida de matrimonio a las Fuerzas Militares y sentar su unión.

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Esta desaparición tiene muy extrañada a la familia porque, entre lo que sabe la mujer, Carlos Yepes no tenía deudas significativas, no conocía de amenazas en su contra o conflictos con clientes o socios. 

Pilar ya le entregó todos estos documentos y pruebas a los investigadores de la Fiscalía General de la Nación, quienes analizan varias hipótesis.