En su relato, el dueño del establecimiento, ubicado en Melgar (Tolima), asegura que el papá del menor llegó con él sobre las 10:00 p.m. del domingo pasado.

“No se nota nada raro, el niño viene contento, viene de paseo porque lo trae engañado. Se le pide la documentación, se hace el registro, y enseguida se va hacia su habitación que se le asignó”, relató Fabián Vidal, en Blu Radio.

Al día siguiente (ayer), el hombre salió del hotel a las 7:00 a.m., saludó al recepcionista y le dijo que iba por desayuno y luego regresaba.

“Muy tranquilo, muy sereno, el señor salió. Hubo cambio de turno, a las 8:00 a.m., fue transcurriendo el tiempo […], ya él le había enviado los mensajes a la mamá del niño, por lo cual ya las autoridades estaban trabajando”, contó el propietario del Hotel del Rey, donde fue hallado el cuerpo sin vida del pequeño Gabriel Esteban.

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Seguido, dice, al chat WhatsApp del hotel llegó un mensaje preguntándoles si la imagen de la corona, que envió el padre a la mamá del niño vía celular, pertenecía al logo de ese hotel y la respuesta de ellos fue que sí.

“A la hora de la entrega de la habitación, de 1 p.m. a 2 p.m., la camarera va a verificar, abre las puertas, ve las cosas personales y vuelve y cierra, sin percatarse de que el niño estaba ahí, obviamente, porque ella no entra a la habitación y vuelve y cierra”, detalló Vidal en esa misma emsora.

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Según explica el propietario del hotel, después de que la Sijín corroboró la información, llega la Policía y se hace el ingreso a la habitación.

Para el señor Vidal, el asesino del niño tomó la foto de la corona para que pudieran buscar el hotel ubicado en ese municipio del Tolima. Según dice, el suyo es un hotel pequeño, de solo 22 habitaciones, y el papá y el niño llegaron en un taxi que es conocido en Melgar.

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Don Fabián también explica que tanto el niño como el padre fueron registrados en el hotel con sus documentos: el hombre presentó su cédula y el registro civil del menor. Además, dice, quedó una copia de esos documentos en el establecimiento.

El propietario del hotel también dice que no tienen, con certeza, de la hora en la que murió el pequeño Gabriel.

“No hubo ninguna bulla, no hubo nada extraño, nada anormal en esa noche. El señor salió demasiado tranquilo en la mañana”, sentenció Vidal en su relato.