A la cárcel fueron enviados María Alejandra Salazar Balaguera y Kennedy Leonardo Baylón Salamanca, señalados de asesinar, el 20 de enero en Neiva (Huila), al conductor de un camión. Se trató del ibaguereño Joselito Quiceno Valero, a quien contrataron para un supuesto trasteo. 

Ambas personas fueron detenidas por los servidores del CTI de la Fiscalía, la Sijín de la Policía y con apoyo del Gaula Militar. María Alejandra Salazar Balaguera fue aprehendida en el barrio Las Ferias, de Ibagué; y Kennedy Leonardo Baylón Salamanca, en el barrio Las Mercedes de la capital ‘opita’.

En contra de la pareja había una orden de captura emitida por el Juzgado 10 Penal Municipal de Control de Garantías de Neiva por los delitos de homicidio agravado y hurto calificado y agravado.

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El trasteo 

Joselito, residente en Ibagué, fue contratado por la mujer para realizar un trasteo que debía ser recogido en Neiva. Tras el acuerdo, el miércoles 19 de enero, según contó Paula Ramírez, esposa del occiso, Joselito recogió en el barrio La Estación, cerca del Comando de Distrito Uno de la Policía Metropolitana, a dos hombres y a una mujer, quienes eran los supuestos clientes que lo contactaron vía WhatsApp y le prometieron 900 mil pesos por llevarlos a Neiva. 

El conductor tolimense decidió llevar a uno de los sobrinos de su esposa, un joven de 13 años. La última comunicación que la víctima tuvo con su esposa fue el jueves 20 de enero a las 2 de la madrugada.

Según lo investigado, a la capital huilense llegaron a bordo del camión tipo turbo hacia la 1 de la madrugada y se hospedaron en un motel. El camión, según el GPS, se desplazó por las carreteras del Cauca, pero no fue recuperado. 

Usaron escopolamina

La esposa de Joselito informó en su momento que su pareja le “contó que había recogido a las personas tal y como habían acordado y en ese preciso momento los hombres le estaban comprando comida al niño (joven de 13 años) y él se iba a dormir.

Al parecer, en esa comida le dieron algo a mi sobrino, como que lo escopolaminaron porque no recuerda mucho y terminó en la puerta de un hotel de Neiva”.

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Entre los elementos materiales probatorios recaudados por la Fiscalía, se determinó que al conductor y al menor de edad les ofrecieron alimentos contaminados con escopolamina, los cuales solo fueron consumidos por joven, que se quedó en el motel.

La dueña del establecimiento entregó al adolescente a las autoridades y fue puesto a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Al parecer, la mujer junto con su cómplice y el conductor, se trasladaron a un bar y hacia las 5 de la madrugada tomaron un taxi de regreso al motel.

Sin embargo, cuando se desplazaban por la zona industrial de Neiva, Baylón Salamanca, con un arma, al parecer traumática, le disparó a Joselito en la cabeza. Luego lo arrojaron del vehículo y quedó malherido en la zona, donde fue hallado.

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Al conductor le hurtaron el automotor, el dinero en efectivo que llevaba, así como las joyas y los celulares. Joselito fue llevado a un centro médico asistencial, donde los galenos desde un inicio le dieron poca esperanza de vida, ya que los delincuentes le propinaron dos disparos en la sien al muchacho y las heridas le fracturaron el cráneo.

El joven de 27 años de edad en un principio fue diagnosticado con muerte cerebral y falleció la mañana del viernes 21 de enero. Su esposa se enteró de su deceso cuando hablaba en vivo en una emisora de Ibagué.