Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Dic 1, 2025 - 9:29 am
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La temporada navideña, tradicionalmente asociada con reuniones, festividades y alegría en comunidad, trae consigo ciertos peligros que las autoridades de salud están atentas a vigilar. Uno de los más recurrentes y peligrosos es la circulación de licor adulterado, especialmente con sustancias como el metanol, que representa una seria amenaza para la salud pública. Ante el aumento de este riesgo en diciembre, el Laboratorio de Salud Pública de Bogotá intensifica su labor mediante la incorporación de tecnología avanzada para analizar las muestras de bebidas alcohólicas, enfocándose en detectar la presencia de metanol y confirmar el grado alcohólico. Estas acciones buscan evitar que el licor adulterado llegue a los consumidores finales y cause daños irreparables.

Las cifras alertan sobre la magnitud del problema. Según datos reportados, cada año en Bogotá se producen cientos de intoxicaciones relacionadas con sustancias químicas, un renglón que incluye específicamente los casos derivados del consumo de licores adulterados con metanol. Durante la última década, la ciudad ha presentado una tendencia estable con tasas que oscilan entre 18 y 22 casos por cada 100.000 habitantes, es decir, aproximadamente 1.500 casos anuales, aunque los números suelen incrementarse marcadamente en épocas como la de fin de año, cuando el consumo de bebidas alcohólicas se incrementa de forma significativa.

El proceso de control inicia cuando el Laboratorio de Salud Pública recibe bebidas alcohólicas que han sido incautadas en operativos y que, por diversas razones, generan sospecha entre las autoridades. Mary Luz Gómez, subdirectora del laboratorio, detalla que cada muestra llega junto a un registro completo del lugar y forma en que fue obtenida. El primer paso es una inspección física rigurosa que revisa aspectos como la etiqueta, la integridad de la tapa y la banda de seguridad, así como la presencia de cualquier partícula o residuo extraño dentro del envase. Solo después de este examen inicial, las muestras pasan a pruebas químicas especializadas.

Entre estos análisis, la búsqueda de metanol es fundamental dado el alto nivel de toxicidad de este compuesto. El metanol puede ocasionar síntomas tan graves como pérdida de visión, daño neurológico severo e incluso la muerte en casos de intoxicación aguda. Gómez advierte que la adulteración de bebidas alcohólicas muchas veces no es perceptible a simple vista. Inclusive botellas con estampillas oficiales, códigos QR o elementos de seguridad pueden haber sido falsificadas, por lo que se insiste en que la población compre únicamente en establecimientos autorizados y desconfíe ante ofertas a precios notablemente bajos.

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¿Por qué se utiliza el metanol en la adulteración de licores?

El uso de metanol en la adulteración de bebidas alcohólicas suele estar motivado por el deseo de reducir costos en la producción fraudulenta. El metanol es una sustancia más económica en comparación con el etanol, el alcohol apto para el consumo humano. Sin embargo, representa un altísimo riesgo para la salud. Esta práctica ilegal pone en riesgo a quienes buscan celebrar en comunidad y evidencia la importancia de mantenerse alerta frente al consumo responsable, una preocupación recurrente especialmente en épocas de alta demanda como la Navidad.

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