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La ciudad de Cartagena ha sido sacudida por la trágica muerte de Alix González, una joven y prometedora estudiante, además de docente universitaria en la Universidad de Cartagena, quien fue víctima de un violento ataque en medio de un intento de hurto.
Su fallecimiento, ocurrido días después de ser arrastrada brutalmente por ladrones en moto, ha desatado una ola de indignación y un masivo clamor por justicia, poniendo de manifiesto la creciente preocupación por la seguridad ciudadana en el corazón del Caribe colombiano.
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Según el relato de testigos y los informes preliminares, Alix González se movilizaba como pasajera en una motocicleta cuando fue inesperadamente abordada por otros hombres a bordo de una moto. Los delincuentes, en su desesperado intento por robarle el bolso, actuaron mientras el vehículo en el que se desplazaba la víctima aún estaba en movimiento.
En medio de este asalto, Alix perdió el equilibrio y cayó violentamente al pavimento. El impacto, de una fuerza considerable, le ocasionó lesiones de suma gravedad, especialmente en la cabeza.
Adicionalmente, el informe emitido por la Secretaría del Interior documentó que la joven sufrió laceraciones significativas en su rodilla derecha y en su brazo derecho. Debido a la crítica naturaleza de sus heridas, fue trasladada de urgencia a la Clínica Blas de Lezo, donde luchó por su vida bajo intensiva atención médica durante varios días. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos inquebrantables del personal médico y la esperanza de su familia, Alix no logró recuperarse y lamentablemente falleció.
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La noticia de su partida ha provocado una profunda tristeza y una creciente indignación entre sus allegados, amigos y, de manera muy particular, en toda la comunidad universitaria. Ahora, su principal demanda es unánime: que se identifique y se judicialice con prontitud a los responsables de este atroz crimen. En un paso fundamental hacia la búsqueda de la verdad y la justicia, la familia de Alix González ya ha presentado una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación, acusando los delitos de tentativa de homicidio y hurto, con la firme intención de que el caso progrese rápidamente y se logre la captura de los atacantes.
La jornada siguiente a su trágica muerte fue marcada por una conmovedora velatón, donde cientos de amigos, familiares, colegas y ciudadanos se congregaron para rendirle homenaje póstumo y, al mismo tiempo, para exigir con una sola voz que su caso no sea archivado y, sobre todo, que no quede en la impunidad. Durante esta sentida manifestación, el docente cartagenero Jhon Jairo Martínez articuló el sentir colectivo:
“Que no quede impune, que se haga justicia por Alix. No queremos que forme parte de la lista de tantos homicidios que hay en Cartagena. Queremos que el alcalde y todas las autoridades pertinentes hagan aclaraciones y den con los responsables, porque esto no puede quedar impune”.
Hasta el momento, no se ha hecho público ningún informe sobre capturas relacionadas con este caso, lo que mantiene la presión sobre las autoridades y la ferviente expectativa de que las investigaciones avancen con la máxima celeridad. Es imperativo que se identifique a los culpables y se les presente ante la justicia para honrar la memoria de Alix González y para enviar un mensaje claro sobre la seguridad en Cartagena.
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