A escasos días de finalizar su mandato, Iván Duque arribó a Valledupar para despedirse de ese lugar del país como jefe de Estado, recibir un reconocimiento por su compromiso con la región y condecorar a juglares durante la presentación de un informe sobre el vallenato.

“Estamos en Valledupar para presentar, junto al Ministerio de Cultura, los resultados del Informe de Caracterización del Sector Vallenato en Colombia, que define las políticas públicas locales, regionales y nacionales para avanzar en el fortalecimiento de esta expresión musical”, expresó en su cuenta de Twitter.

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En señal de gratitud por el compromiso que tuvo con el desarrollo socioeconómico del departamento durante su mandato, la Gobernación del Cesar le otorgó al presidente la medalla ‘Cacique Upar’, en el grado gran cruz extraordinaria, máxima distinción que se ofrece en el territorio, reseñó El Heraldo.

 

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Por su parte, como jefe del Estado colombiano, le entregó la medalla al mérito a diversos compositores y a los intérpretes Iván Villazón, Silvio Brito y Jorge Celedón.

Iván Duque, de fiesta antes de entregar el poder

El presidente gozó de la parranda que se armó en el evento y terminó cantando vallenatos a grito herido en compañía de Villazón, Brito y Celedón. ‘La Patillalera’ y ‘Qué bonita es esta vida’, fueron las canciones que más lo emocionaron, pues hasta se atrevió a tomar el micrófono para acompañar a los cantantes con su voz.

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Su celebración levantó una oleada de reacciones de rechazo. En redes sociales se leen diversos comentarios que desaprueban que haya terminado de fiesta en medio de la arremetida violenta del ‘Clan del Golfo’ contra miembros de la Policía Nacional, que deja 36 víctimas mortales este año.