El cardenal primado de Colombia, Luis José Rueda, en representación de la Iglesia Católica, emprendió una iniciativa pastoral para enfrentar la crisis nacional provocada por la violencia, los desencuentros políticos y la indiferencia de la sociedad, por lo que le propuso al presidente Gustavo Petro la realización de un gran encuentro nacional por la paz y la unidad. En diálogo con Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol, el cardenal reveló los detalles de este encuentro y de su gestión mediadora.
¿Cuál es su lectura de lo que está pasando en el país.. el atentado Miguel Uribe Turbay, la oleada terrorista en el suroccidente, etc.?
En la colonia llamaban a un periodo de la historia la patria boba, cuando se enfrentaban entre ellos y se acababa el país. Creo que podemos estar abocados a una nueva etapa similar, por lo tanto, debemos salir de esa condición, debemos avanzar, y en eso somos responsables todos, nadie se puede excluir, debemos aportar para que no caigamos en esas etapas repetidas de patria boba, y de esos sufrimientos tan grandes. En la época en que el narcotráfico de Pablo Escobar atentaba contra todos y no podíamos hacer nada, hoy podemos hacer algo, este es un buen momento para obrar.
Hace 30 años fue una época muy dura para el país. Atentados contra candidatos presidenciales, contra civiles… En esta oportunidad, ¿en qué nos diferenciamos y en qué nos parecemos?
Nos parecemos en que somos tan frágiles que olvidamos, entonces nos parecemos en que estamos permitiendo que distintos grupos y distintas acciones atenten contra la vida, y nos vamos encerrando, llenando de miedo, pero ahora hay una nueva conciencia. El momento del país se parece a un parto, cuando la mujer va a dar a luz siente dolores, sufre, eso lo dice el Señor Jesús en la palabra de Dios, pero cuando nace la criatura viene la compensación gozosa. Estamos en los dolores de parto y debemos acompañar este parto, debe nacer una nueva Colombia.
En esos dolores de parto, señor Cardenal, usted se ha ofrecido como partero para buscar una mediación…
Todos debemos mediar, ayudar, ser parteros en la esperanza, porque en este momento no podemos huir, no podemos ser indiferentes y tenemos que asumir la historia de nuestro país. Por lo tanto, lo que estamos haciendo es un trabajo colegial (…) diciéndole a los dirigentes, al país, al señor Presidente de la República y a todos, actuemos de una manera proactiva, Colombia necesita dirigentes que sean capaces de dialogar, de confiar y de trabajar unidos por el país.
¿Cómo le fue en la reunión con el presidente Gustavo Petro?
Me recibió después del lunes, con toda la jornada de trabaja. Notaba que estaba cansado, quise que fuera breve, que fuera positiva la reunión. Él fue muy cordial, muy respetuoso, me recibió y permitió que le presentara la propuesta de la Conferencia Episcopal, que es en orden a encontrarnos, que el Presidente y los responsables de los cargos más altos de este país puedan decir: Nos sentamos en torno a una comida, a un pan, a algo, que nos haga sentir que somos familia.
¿Qué le dijo el Presidente?
El señor presidente siempre hace preguntas, no es un sí inmediato, él va dilatando, preguntando y encontrando razones hasta que se siente en conciencia de que la propuesta es viable y que no es algo extraño, y que lo que buscamos no es un bien particular sino el bien de todos. Dijo: “Sí, yo estoy dispuesto, buscaremos en la agenda el día para que nos podamos encontrar”.
¿El presidente del Congreso aceptó la invitación?
El presidente de la Cámara sí… No he podido encontrarme con el senador Efraín Cepeda, pero me dio cita y vamos a poder encontrarnos, tengo que respetar las agendas de él y los trabajos, pero ya me dio cita y eso también es muy esperanzador.
Teniendo sentadas a las personas que son responsables del Estado en Colombia, ¿qué se les dice en un momento como este?
Estoy haciendo toda la parte logística, las llamadas, los tiempos, las visitas… pero la conducción del momento será por parte del presidente de la Conferencia Episcopal y su equipo. Vamos a decir dos cosas. Primero, logremos encontrarnos, eso ya es un signo, es un pequeño momento de respiro, de oxígeno, un oasis. El segundo paso es dar un mensaje unidos como institucionalidad, y con la presencia del presidente de la República, en orden a dos temas concretos: desescalemos la violencia del lenguaje y digámosle al país que no queremos la violencia.
Justo el día siguiente que usted se reúne con el Presidente, él anuncia el famoso decretazo que convoca a la consulta popular, un tema que genera ruido…¿qué tan efectiva puede ser una mediación?
Hay un tema que nos hace perder la esperanza muchas veces, no solamente en esta situación del país, sino en cuestiones familiares, regionales y empresariales, y es el inmediatismo, porque uno quisiera que cuando se hace el primer paso, al día siguiente ya dé fruto (…) para ver los frutos de este país hay que sembrar las semillas, hay que regarlas, cuidarlas, y hay que darles tiempo.
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