El cierre estaba programado para ejecutar acciones sobre la carpeta asfáltica de la carretera. 

No obstante, el instituto aprobó nuevamente la solicitud, pero las acciones sobre el tramo aún siguen sin ser ‘definitivas’.

Tras el anuncio del Instituto Nacional de Vías (Invías) de no autorizar el cierre vial programado para el 20 de julio por motivos de gestiones de seguridad, la comunidad rural y aledaña al corredor sí tomó la iniciativa de bloquear el cierre vial, pero con la disposición de expresar su malestar frente a la medida de la autoridad vial. 

En horas de la mañana de ayer, la comunidad de Curalito, zona rural de Ibagué, se movilizó hacia las vías para manifestarse frente a los incumplimientos de los compromisos pactados con anterioridad en mesas de concertación con la ANI y la AppGica.

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Debido a la gran afluencia de personas, la medida comunitaria causó represamiento vehicular por el corredor vial. La manifestación solo sería ‘levantada’ si el Invías tramitaba una resolución para aprobar el cierre vial lo más pronto posible y empezar con las labores de mantenimiento sobre la calzada. 

Ervin Valencia, presidente del Comité Promotor al ‘No Pago del Peaje Coello – Cocora’, indicó que el Invías “irresponsablemente no quiso dar el permiso a la (ANI) y AppGica, encargadas del corredor vial entre Ibagué y Cajamarca, para que hicieran una reparación de un punto importante que nos lleva generando grandes pérdidas a nivel nacional, departamental y municipal a comerciantes, transportadores y agricultores”.

Y agregó: “Los otros temas quedaron pendientes de continuar su evaluación a través de mesas de trabajo porque la prioridad es el mejoramiento de la red vial. La ANI nos está cumpliendo y la AppGica también. El domingo en la noche se encontraba la maquinaria lista en la zona, pero Invías no dio la licencia para cerrar el corredor por 18 horas”.

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Cabe recordar que, todas las actividades que se han planteado alrededor del conflicto vial, fueron discutidas y ‘subsanadas’ a través de una mesa de concertación que se llevó a cabo el pasado 9 de julio entre la AppGica, la ANI, Cortolima, el concejal Julián Serna y cerca de cuatrocientos miembros de la comunidad como líderes, presidentes de juntas, gremios de campesinos, transportadores y comerciantes quienes esperan acciones concretas en el kilómetro 63+300 del corredor vial.

Suministrada / El Nuevo Día
Suministrada / El Nuevo Día

En el kilómetro 63+300, zona que forma parte de los linderos de la vereda Curalito, existe una aparente falla geológica que ha desencadenado una serie de daños a la infraestructura de la malla vial.

Las afectaciones, con el paso del tiempo, han ido acrecentando el daño sobre la carpeta asfáltica y la estabilidad del terreno, lo que genera riesgos para las comunidades aledañas. 

Silvino Muñoz, afectado con la situación y presidente de la veeduría de la doble calzada Ibagué – Cajamarca, expresó con anterioridad a esta redacción que: “es evidente el hundimiento de toda la banca, que es un tramo bastante largo. Las viviendas de la parte de abajo hubo que evacuarlas por el mismo problema del hundimiento de banca”.

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A su vez, la problemática se ha acentuado con el inclemente invierno que, poco a poco, ha vuelto más inestable el terreno. No obstante, los daños sobre la vía también han generado dificultades en el tránsito de productores agrícolas, transportadores y viajeros. 

Por otra parte, la construcción de un nuevo peaje a la altura del corregimiento de Coello – Cocora, terminó por ahondar aún más en el malestar, asunto por el que anteriormente también protestó la comunidad sobre la vía nacional.

Ante la manifestación comunitaria, Invías emitió una resolución con la que autorizó “el cierre total de la vía Cajamarca – Ibagué, Ruta Nacional 4003, entre el PR63+0000 y el PR63+0400, a partir de la 1 de la tarde del 19 de julio de 2022 hasta las 7 de la mañana del 20 de julio de 2022 (sic)”.

Con esta medida, se estima que se haga cumplimiento de las acciones concretadas en las mesas de concertación entre la comunidad, la ANI y la AppGica, quienes durante las 18 horas, estarían ejecutando labores de parcheo como medida transitoria sobre la carpeta asfáltica, con el fin de ‘aliviar’ las grietas que se han generado sobre la carretera y dar más tiempo para la ejecución de estudios sobre la supuesta falla geológica que atraviesa al sector de Curalito. 

“Es una ‘sinvergüenzada’ que el instituto crea que, por la posesión del nuevo Congreso, no haya posibilidad de hacer las labores sobre la vía. Y entonces, ¿dónde quedan las necesidades de las comunidades? Eso es lo que la comunidad reclamó con el plantón pacífico. Hasta los mismos transportadores nos apoyan porque es un problema vial que lleva en crisis desde hace tiempo”, acotó Valencia.

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Sin embargo, una de las preocupaciones más latentes alude a la ‘incidencia’ que tienen estas acciones sobre la dificultad que atraviesa la zona por la falla geológica. 

Julio Roberto Vargas Malagón, alcalde de Cajamarca, expuso para un medio radial regional que “esta obra es como cuando los gatos hacen ‘popó’ y tapan” puesto que las acciones no representan una acción de fondo ante el problema geológico del sector.

Por otra parte, los compromisos adquiridos con la ANI y la concesionaria se concentran en asuntos relacionados con el censo vehicular de parque automotor del municipio, la socialización sobre la doble calzada, el inicio de la obra de doble calzada entre Coello – Cocora y Cajamarca, la reparación social a los comercios aledaños y el fortalecimiento de la red vial.

“El tema sobre el peaje sobre la vía antigua no irá, el acuerdo se firmó en un acta producto de una oposición que tomó la comunidad por las dificultades que representaría para la región. Pedimos al Invías que respete los procesos de la comunidad y que no obstruya las actividades de la agencia para mejorar la vía”, apostilló Valencia.