La joven se refirió al caso de su padre, Carlos Arturo Marín Ríos, en entrevista con Caracol Radio, en donde negó cualquier relación del hombre, de 60 años, con las estructuras de la guerrilla del Eln que, de acuerdo con la Fiscalía, planearon, financiaron y ejecutaron el ataque terrorista del pasado 17 de enero de 2019 en la escuela General Santander.

“Mi papá ha vivido toda la vida en Zipaquirá. Él es instructor de conducción y nosotros nunca nos hemos visto vinculados en nada de terrorismo. Tuvimos un episodio terrorista de parte de la Policía contra nosotros, porque llegaron el jueves en la madrugada un montón de carros y con pistolas a abrirnos las puertas […] diciendo que buscaban panfletos del Eln y joyas, dinero, motos, y nosotros nunca hemos tenido motos”, dijo la mujer.

Érika Marín contó, en la emisora, que los policías se llevaron esposado a su padre de la casa, y que luego observaron en los noticieros “todo ese show que hicieron a través de nuestra familia, y poniendo, sin ninguna vergüenza, la foto de mi padre diciendo que es un tal alias ‘Marín’”.

“Mi papito tiene que ir a una audiencia y está muy inocente de todo esto, y no tiene ni idea de por qué está allá”, comentó Marín, y aseguró que la Fiscalía “no tiene pruebas de nada, y en las audiencias dicen que siguieron a mi papá por celdas del celular”.

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Pero el organismo acusador detalló, en un comunicado del 2 de julio, que Carlos Arturo Marín, “es señalado de escoltar en motocicleta la camioneta que fue usada en el atentado”, y en rueda de prensa la Policía mostró imágenes en donde se observa a un hombre que va en una moto roja detrás del vehículo que fue cargado con explosivos.

Mi papá es instructor de conducción de vehículos, y le tocó sacar la licencia de moto pero no tenemos moto en la casa, él nunca ha montado moto”, refutó la joven en la frecuencia, y dijo que tienen pruebas de cada movimiento que hizo su padre el día del atentado, pues estaba trabajando en Bogotá.

El mismo planteamiento de la familia Marín lo expuso el delegado de la procuraduría, que, indica Blu Radio, puso en duda que el hombre haya participado en el ataque terrorista debido a que el organismo investigador no exhibió pruebas contundentes.

“El Ministerio Público encuentra que respecto a él no hay una inferencia razonable de participación como cómplice de ese atentado”, explicó el delegado, y dijo que la imputación de cargos se basa en unas llamadas telefónicas que hizo el hombre con Angie Lorena Solano, otra de las acusadas de escoltar la camioneta.

Eso sí, dice la emisora, la Procuraduría argumenta que no hay imágenes que muestren que Marín era el conductor de la moto roja, y que “la suposición de que llegó en moto es por el tiempo que se demoró llegando de Zipaquirá a acá (Bogotá)”.

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Finalmente, a Érika Marín le preguntaron en Caracol Radio si conocía a alguno de los otros siete capturados, y su respuesta fue que Andrés Felipe Oviedo, supuesto planificador del ataque, vive cerca de su casa en Zipaquirá.

“Andrés es un sobrino de la familia, y lo que sabemos es que es profesor de inglés, pero no tiene ninguna relación de amistad ni nada con mi papá, aunque es sobrino político”, aseguró la joven.

Así las cosas, la familia Marín dice que dará la pelea para demostrar que el padre de familia no es ningún terrorista, como asegura la Fiscalía.

Este video de AFP muestra los operativos para capturar a las 8 personas: