El caso de un mesero al que la administradora del restaurante La Pesquera, en el centro comercial Nuestro Bogotá, le tiró unos billetes se hizo viral porque el momento fue grabado y difundido por una mujer en redes sociales con el efecto de siempre: la administradora es objeto de insultos y amenazas. Ha sido lapidada sin siquiera haber oído su versión. Nada extraño en la justicia exprés que caracteriza a las redes.

Nada justifica la actitud de la administradora, cuyo nombre es Mary Yobana Garzón, y ella misma lo admite. Y hasta les presenta disculpas a quienes vieron el video viral y al mismo mesero al que ofendió. Pero faltaba su versión de los hechos para tener un mejor panorama y ahí sí avanzar en un eventual juicio de amonestación por parte de la opinión pública.

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A la luz de lo que cuenta Garzón, el contexto en el que se dio la situación que se ve en el video es más complejo que el gesto de haberle lanzado los billetes al mesero. Esa actitud en todo caso agresiva y reprochable siempre será más ‘vendedora’ que todo lo que la rodea, incluso un posible maltrato a las mujeres del que no se había hablado.

“Las cosas no fueron como aparece ahí. Sí pasó el suceso. Por eso les pido mil y mil disculpas a todos”, dijo Garzón en Semana. “El chico llegó a días de prueba, siempre demostrando ser una persona muy soez, muy agresiva. Dejó de ir dos días, y cuando volvió a trabajar tuvo un llamado de atención”.

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Según la administradora del restaurante, el mesero, mientras estuvo en el establecimiento, fue “muy soez” con sus compañeros “y con todo el mundo, con palabras muy fuertes, muy alzadas de tono”. La mujer dijo también en el mismo medio que “nadie contestó, nadie dijo nada”.

Cuando Garzón decidió decirle que no pasaba el periodo de prueba, “se subió muchísimo de tono; en ese momento ya fueron amenazas. En el video que nosotros tenemos muestra cuando yo le estoy pagando, pero él con palabras soeces dice que lo estoy robando”.

“Siento mucha tristeza, siento mucha pena. Siento que sí lo hice en un momento de… me sentí vulnerable en ese momento, me sentí atacada”, agregó Garzón en la revista. “La reacción mía fue de tristeza al ver que alguien me amenaza, me trata mal. Amenaza a mi hija, la trata mal”, añadió, cuidándose de no repetir los insultos que dice que le lanzó el mesero, aunque contó que la palabra más bajita del hombre para con ella y su hija fue “perra”.

“En el momento que yo le dije que había acabado el periodo de prueba, él me dijo: ‘A mí me paga todo, a mí no me va a robar’, y le pegó a la mesa”, siguió Garzón en la publicación. “Les pido disculpas a todo el mundo, a las personas que vieron el video y al chico también le pido mil disculpas. Yo soy una persona de bien, trabajadora, honesta. No tengo por qué quitarle absolutamente nada a nadie. Soy madre cabeza de familia sola. También me tocó luchar duro. Mi hija es madre cabeza de familia, y por eso luchamos”.

Ella misma reconoció que su actitud es “indignante” y aseguró que entiende a la gente, “pero no vieron la parte humana”, lamentó en la entrevista con Semana. “Tenemos que entrar a indagar, no tenemos que juzgar de una vez sin mirar primero lo que sucedió. Primero miren qué fue lo que pasó: a una mujer no se le amenaza, no se le golpea”.

“Sí actué mal, pero me sentí muy vulnerada. Me sentí perdida en ese momento con todo lo que estaba pasando: amenazas a mi hija, amenazas a mí con palabras soeces. Nadie tiene por qué tratar mal a nadie”, añadió en Semana entre sollozos. “Las amenazas, los malos comentarios afectaron a mi familia y a mí. Afecta mi trabajo de 21 años. He recibido amenazas”.