Gustavo Petro superó esta semana los 5,6 millones de seguidores en Twitter, lo que lo convirtió en el político colombiano más audiencia en esa red social. El presidente electo desplazó del primer lugar a Juan Manuel Santos, quien por varios años tuvo ese registro de ser el político más seguido en el país. (Vea también: Gustavo Petro voló y ya le nombró reemplazo al exprocurador Alejandro Ordóñez)

Los seguidores de Petro aumentaron considerablemente en las últimas semanas, luego de que fuera elegido presidente. Tanto en Colombia como a nivel internacional, el líder del Pacto Histórico sumó seguidores por la relevancia que adquirió su figura.

Álvaro Uribe es el tercer político colombiano con más seguidores. El expresidente es seguido por casi 5 millones de usuarios, unos 600.000 menos que sus dos máximos rivales en la coyuntura nacional.

Entre Petro, Santos y Uribe, y el resto de políticos colombianos, hay una diferencia enorme de seguidores. La cuarta posición del listado es para Claudia López. La alcaldesa de Bogotá tiene casi 2,8 millones de seguidores.

Curiosamente, el presidente Iván Duque aparece apenas en el quinto lugar. Muchos pensarían que debería estar más arriba en el ránking, dada su condición de mandatario, pero él cuenta con unos 2,5 millones de seguidores en la red social del pajarito.

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El ‘top’ 10 de los políticos colombianos con más seguidores lo completan: Antanas Mockus (2,2 millones), Enrique Peñalosa (2 millones), Sergio Fajardo (1,7 millones), Iván Cepeda (1,7 millones) y Gustavo Bolívar (1,2 millones).

Fue precisamente Bolívar quien compartió el listado a través de su cuenta de Twitter y celebró que el presidente electo se convirtiera en el número uno del mismo.

Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz

Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.