El Gobierno de Gustavo Petro tendría más cambios en su gabinete. El mandatario le habría pedido la renuncia a la ministra de Educación, Aurora Vergara, y a otros funcionarios de ese sector, entre los que está el director del Icetex, Mauricio Toro.

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Vergara había llegado a la cabeza de esa cartera en reemplazo de Alejandro Gaviria y apenas llevaba tres meses a cargo del Ministerio de Educación. Su nombre había llegado a Palacio como cuota de la vicepresidenta, Francia Márquez.

La supuesta salida de Vergara se conoce exactamente un día después de que el presidente anunciara que la próxima reforma que presentará el Gobierno en el Congreso será un articulado de para renovar la Ley 30, la que implementó el sistema educativo actual.

Junto con Vergara y Toro se irían otros altos funcionarios del sector de educación, con lo que se contarán casi 30 renuncias solo en las entidades adscritas a ese Ministerio, un largo listado que se suma a los otros tres remezones que ha tenido la Casa de Nariño.

El primero fue en febrero, cuando Petro sacó a los exministros Gaviria, María Isabel Urrutia (Deporte) y Patricia Ariza (Cultura). Luego, a finales de abril salieron los exministros Carolina Corcho (Salud), José Antonio Ocampo (Hacienda), Alfonso Prada (Interior) y Cecilia López (Agricultura).

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Un tercer revolcón sucedió hace apenas una semana con la salida de la exjefa de gabinete, Laura Sarabia, y el exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Bendetti. Además, en los diez meses que van de su Gobierno ha hecho otros cambios en los viceministerios y tiene acéfalas a las subcarteras del Ministerio de Cultura.

Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz

Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.