La designación de Iván Velásquez como ministro de Defensa de Gustavo Petro ha seguido repercutiendo en la opinión pública. Algunos sectores afines al próximo gobierno celebraron la decisión, rescatando la trayectoria del exmagistrado en la lucha contra la parapolítica y los derechos humanos. Ese fue el caso del exsenador Iván Marulanda, quien calificó el nombramiento como una “gran noticia para la democracia”.

Sin embargo, el Centro Democrático, único partido declarado de oposición hasta el momento, no aprobó el nuevo ministro. La senadora Paloma Valencia fue una de las primeras en hacer sentir su voz de rechazo, pues aseguró que Velásquez era un “enemigo acérrimo” del expresidente Uribe y de su bancada. De igual modo, consideró que su nombramiento en el gabinete representaba “una amenaza” para la democracia.

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Gustavo Bolívar y su defensa a Iván Velásquez del Centro Democrático

El congresista del Pacto Histórico, quien se mostró muy contento por los nombramientos hechos por Petro, respondió a un trino del Centro Democrático en el que acusó al exmagistrado de poner en riesgo “la legitimidad, el honor y la honra” de la fuerza pública. En ese mensaje la bancada de derecha, además, recordó que cuando este fue comisionado internacional contra la impunidad en Guatemala fue declarado como “persona no grata”, y por ello tuvo que abandonar el país.

“¿Cuándo van a entender que perdieron y que a los ministros los nombra el presidente Petro?”, empezó diciendo Bolívar, férreo defensor del gobierno entrante

Posteriormente, el senador manifestó que las malas administraciones de la bancada en los años recientes fueron las que detonaron en la derrota en los comicios del pasado 19 de junio: “Cálmense. Respiren. En 2026 lo vuelven a intentar. Nadie los va a perseguir. No somos iguales a ustedes”.

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En la hoja de vida de Velásquez destaca su dirigencia del Colegio Antioqueño de Abogados (COLEGAS) desde donde adelantó campañas contra el entonces denominado Estatuto de Defensa de la Justicia que establecía los jueces sin rostro y los testigos secretos. También tuvo una oficina, la Comisión de Apoyo Investigativo de la Sala Penal, encargada de investigar las relaciones entre miembros del Congreso de la República y el paramilitarismo, en el escándalo conocido como ‘parapolítica’. 

En el mandato de Uribe Vélez el exmagistrado adquirió un papel protagónico, ya que fue víctima de las interceptaciones ilegales por parte del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), mejor conocidas como las ‘chuzadas’.