El alza de las tarifas de rodamiento, las complicaciones técnicas para trabajar y los despidos masivos, a causa de la pandemia de coronavirus, son algunas de las razones que dieron los trabajadores de la empresa Gran Caldas para llamar al paro indefinido desde este martes, informó La Patria de Manizales. 

De esta forma, serán al menos 160 buses los que quedarán estacionados en un lote y que dejarán de prestar el servicio de transporte público a los ciudadanos de Manizales y del vecino municipio de Villamaría, Caldasañadió ese medio.

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Los voceros de los conductores de Gran Caldas, que hablaron con ese rotativo, señalaron que la dirigencia de la empresa no se ha reunido con ellos y tampoco ha atendido las numerosas observaciones que tienen para poder prestar un mejor servicio en Manizales. 

El cobro, según ellos, excesivo del impuesto de rodamiento a los propietarios de los buses que están afiliados a le empresa es un dolor de cabeza. David Morales, conductor y propietario de busetas de Gran Caldas dijo, a ese medio, que los cobros no están regulados. 

“Pedimos que nos entreguen ese cobro de forma detallada, para conocer lo que pagamos. Nos cogen a quemarropa con $2 millones o $5 millones y no sabemos qué estamos pagando. Incluso, no sabemos si la empresa se postuló para el subsidio del Gobierno Nacional por la pandemia, porque estamos trabajando a pérdida”, indicó Morales, a ese periódico. 

De igual forma, Morales añadió que los despidos masivos de trabajadores de Gran Caldas han significado horarios incumplibles para los conductores remanentes que conservan su empleo, pero trabajan sin ganar lo suficiente.

Esto dijo Carlos Arturo Osorio, otro propietario y conductor de busetas de Gran Caldas, en diálogo con La Patria de Manizales:

“Por los 160 vehículos hay alrededor de 300 conductores, entonces 150 se quedaron sin empleo. Trabajamos a media marcha porque muchos buses están parados y así como uno genera recursos para pagar rodamiento; lo que ganamos es para solventar a la empresa y nosotros con las manos cruzadas”, apuntó Morales, en diálogo con esa publicación. 

Carlos Arturo Osorio, otro propietario y conductor de busetas de Gran Caldas, agregó, en ese rotativo, que la empresa les ha venido cobrando “como si no existiera la pandemia” mientras que ellos solo pueden llevar los buses con la mitad de la capacidad total. 

Paro de transporte público en otra zona del Viejo Caldas 

La situación también está complicada en Armenia. La ciudad del Viejo Caldas y capital del Quindío está a punto de vivir un paro indefinido de taxistas que se oponen al horario del pico y placa para ellos, pero también al incremento del mototaxismo en esa ciudad. 

“Cerca del 80 % de los conductores están dispuestos a participar de las protestas porque ya no resisten más. La situación está en un nivel crítico”, dijo Juan Carlos García, director ejecutivo de la Asociación de Transportadores del Quindío, en diálogo con La Crónica del Quindío. 

Ese gremio apunta a los diferentes transportadores informales como una de las problemáticas que han agravado la situación laboral de los taxistas en esa ciudad del Viejo Caldas. 

Basta con ir a la calle 20 [centro] para ver cómo está funcionando el mototaxismo, pese a que el transporte de parrillero está prohibido en el centro de la ciudad; y eso porque la Secretaría de Tránsito no tiene personal suficiente para ejercer el control”, concluyó García, en conversación con ese periódico.