Escrito por:  Redacción Nación
Ago 31, 2023 - 4:00 am

Las delegaciones de paz del Gobierno y el ‘Estado Mayor Central’ (EMC), la mayor disidencia de las antiguas Farc, se reunirán a partir del jueves y hasta el domingo para avanzar “hacia la instalación de la mesa de conversaciones”.

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Así lo informó la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, que detalló en un comunicado que el encuentro será en una zona rural del municipio de Suárez, en el convulso departamento del Cauca, “en el marco de la fase de alistamiento para la mesa de conversaciones”.

Este encuentro “tendrá carácter cerrado y confidencial, y contará con la presencia de testigos internacionales, de la Iglesia Católica y del Consejo Mundial de Iglesias”, agregó la información.

Según el Gobierno, entre los temas por discutir “se pactará al comienzo del encuentro con el propósito manifiesto de alcanzar definiciones de fondo que permitan avanzar con ajustes de protocolos de respeto a la población civil, de cese de fuego, y hacia la instalación de la Mesa de Conversaciones”.

El EMC es comandado por alias ‘Iván Mordisco’ y el Gobierno está tratando con ese grupo de iniciar un proceso de negociación en el marco de la política de “paz total” impulsada por Gustavo Petro.

Qué exigen de entrada las disidencias de las Farc

Antes del encuentro de las partes este jueves, el jefe negociador de las disidencias de las Farc EMC conocido con el alias de ‘Andrey Avendaño’, aseguró este miércoles que, para avanzar en los diálogos de paz con el Gobierno, primero debe concretarse un cese al fuego bilateral.

Vestido de civil y rodeado de una decena de hombres con fusil y uniforme camuflado, el jefe habló a periodistas en las montañas del departamento del Cauca, uno de sus bastiones de guerra.

“Antes de cualquier escenario de diálogo debe haber un cese al fuego”, dijo en nombre de las disidencias conocidas como ‘Estado Mayor Central’ (EMC), el principal grupo escindido de la antigua guerrilla de las Farc antes de que esa agrupación llegara a un acuerdo de paz con el Gobierno colombiano.

Los disidentes se negaron a firmar el acuerdo de paz de 2016 que desarmó al grueso de las Farc y ahora intentan un nuevo proceso de negociación con el presidente Gustavo Petro, sin una fecha clara de la instalación de la mesa.

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“No tiene lógica que, mientras unos conversamos, otros en la selva estamos enfrentados”, añadió ‘Andrey Avendaño’, de cabello largo, gafas de sol y joyas.

El primer presidente de izquierda en la historia de Colombia intenta una salida dialogada a seis décadas de conflicto armado, por medio de negociaciones de paz con todas las organizaciones ilegales. La víspera de Año Nuevo, Petro anunció un cese al fuego bilateral de seis meses con los principales grupos, incluido el EMC.

Pero la tregua se suspendió en mayo en cuatro regiones del país por orden del Gobierno por el asesinato de cuatro menores indígenas a manos de los disidentes. Desde entonces, el conflicto se endureció en departamentos como Cauca con asesinatos y atentados con explosivos.

El Gobierno no “ha cumplido con las expectativas que el pueblo colombiano esperaba”, sostuvo el insurgente, aunque insistió en que la única “solución” a la violencia “es la vía dialogada”.

“Las Farc hoy a nivel nacional estamos consolidados y estamos en capacidad de enfrentarnos al Estado colombiano”, advirtió desde una zona inundada de cultivos de coca, materia prima de la cocaína.

A lo largo de carreteras escarpadas y decoradas con propaganda rebelde, los disidentes se movilizan en camionetas de alta gama. Con unos 3.500 combatientes, el EMC se disputa a sangre y fuego con otros grupos armados el negocio del narcotráfico y la minería ilegal.

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