“El país está bastante atrasado”, opinó Zuleta en su podcast personal, con motivo de la discusión al respecto que tiene lugar en el Congreso.

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Fue ahí que decidió contar su historia: “Debo confesar que fumé mucha marihuana en el colegio. Estamos hablando de los 70, saliendo de la época de los hippies”, dijo.

“Me fumé la marihuana, toda la que me cupo, en las hojas de una biblia que me había regalado mi abuela materna para mi primera comunión”, añadió.

Según él, fue en la época en la que tenía 17 o 18 años, pero asegura que la dejó “porque la última vez tuve una traba muy maluca: se me crecieron las orejas como dumbo, alucinando”.

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Felipe Zuleta también contó que todavía consume gomitas con cannabidol, que es la parte del cannabis que cuenta con propiedades medicinales y “no traba”: “Tengo una enfermedad incurable que se llama temblores esenciales”.

El opinador recordó que ya lo había contado en Blu Radio y “desde ese día no dejaron que los colombianos compraran esas gomitas en Amazon. Por eso, aprovechó para decir  que es la misma situación que pasa con los consumidores:

“En vez de dejarlo entrar a Amazon a comprar sus gomitas que no lo traban, lo ponen a uno a hacer contrabando, que es lo que mismo que ponen al que fuma marihuana”, lamentó.

Felipe Zuleta se inclina por la legalización de la marihuana: “Produciría millones de pesos en impuestos”

“Lo lógico es que esté regularizada. La venta es legal pero tiene que conseguirla en los sitios legales, aquellos que tributan”, prosiguió, diciendo que en otros países “esto produce billones de dólares en impuestos y dejó de ser un problema de seguridad”.

“Es hora de que el país enfrente estos temas de frente”, sentenció, argumentando que “el que consume la va a consumir legal o ilegalmente” y pidiendo que “no los pongan a delinquir”: “Quítenle el negocio de la marihuana a los ilegales”.

“Es hora de dejar la cosa mojigata. […]  Hace mucho más daño el cigarrillo y el trago que la marihuana”, añadió.

Sobre la discusión, señaló que las consecuencias en diferentes sitios donde se legalizó han sido diferentes: “No creo que la marihuana lo vuelva más buena o más mala persona de lo que es, a diferencia del trago si usted tiene malos tragos”.

“El país no se puede quedar atrás por un tema moralista. […] Si usted no está de acuerdo, no fume. Si no le gusta el trago, no tome”, concluyó.