Desde ese momento, Duque ha insistido en que está listo para “iniciar conversación” y dijo que si el Eln tiene voluntad “genuina de desmovilización, desarme y reinserción”, requiere dar un “gesto claro y contundente” que empieza por “la liberación de todos los secuestrados y la suspensión de todas las actividades criminales”.

El martes pasado, la dirección nacional del Eln divulgó un comunicado en el que expresó su decisión de liberar a nueve secuestrados, pero pocas horas después el cabecilla alias ‘Uriel’, que mantiene secuestrados a cuatro militares y dos civiles en el Chocó, contradijo la orientación de la dirección del Eln y dijo que por el momento no había condiciones para dejar en libertad a esas víctimas.

Al día siguiente, esa guerrilla liberó a tres militares que tenía secuestrados en Arauca y los entregó a una comisión humanitaria.

Esta misma semana, antes de que se venciera el plazo que él mismo dio, Duque reiteró que el Eln debe dejar en libertad a todos los secuestrados que tiene en su poder para dar continuidad a un eventual diálogo de paz.

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Como respuesta, el Eln instó este jueves al Gobierno a reanudar los diálogos de paz, que desde mayo pasado tienen como sede La Habana, y a que “haga una oferta en vez de solo exigir”.

“Hay una hoja de ruta trazada muy precisa, unos avances y unos puntos de llegada muy precisos”, señaló el jefe negociador del Eln, Pablo Beltrán, en un comunicado en video difundido este jueves en las redes sociales del movimiento en el que evalúa el proceso, ahora en suspenso, iniciado en 2017 con el anterior gobierno de Juan Manuel Santos.

“Esperamos seguir avanzando, reanudar las conversaciones con el Gobierno de Duque y que toda la participación de la sociedad siga siendo protagónica, que toda esta presencia de la comunidad internacional siga siendo muy activa, porque esos son los soportes para que toda esta agenda termine”, añadió Beltrán, sin referirse a los secuestrados que mantiene esa organización en su poder.

Recalcó su oferta para proseguir las conversaciones y reiteró su “compromiso con la paz y la solución política”. En su balance tras poco más de un año en la mesa de conversaciones con el Gobierno colombiano, el Eln recuerda que en 2016 pactaron una agenda que busca un “diálogo nacional e impactar el conflicto”, así como “rebajar su intensidad”.

En cuanto al diálogo nacional, la guerrilla considera que se han hecho “algunos desarrollos” de participación de la sociedad porque “hay que escucharla para que diga por dónde hay que encaminar a Colombia”.

Asimismo, estima que se ha trabajado “un poco menos” las comunicaciones y pedagogía para la paz y en el apartado que pretende rebajar la intensidad del conflicto insiste en que se busca “sacar la violencia de la política”.

“No hay necesidad de acudir a las armas, a la violencia para resolver los conflictos”, aseguró el jefe guerrillero, y subrayó que en la mesa ya se han pactado algunos acuerdos humanitarios y se logró un cese el fuego bilateral —entre octubre y enero—, en tanto hay “protocolos avanzados” para pactar una segunda tregua, uno de los objetivos que quedaron pendientes en la última ronda negociadora finalizada a principios de agosto.

En concreto, el Eln valora que “hay una agenda, hemos hecho unos avances y tenemos unos puntos de llegada muy precisos”.

A ello suma que la mesa de diálogos cuenta con “la arquitectura y reglamentos, así como con protocolos de seguridad y funcionamiento, un grupo de garantes que es fundamentalmente latinoamericano, con un grupo de países de apoyo, acompañamiento y cooperación que es europeo”, además del respaldo de la ONU y el acompañamiento de la Conferencia Episcopal de Colombia.