¿La Fiscalía de Néstor Humberto Martínez participó en una entrega de cocaína controlada, que terminó en la captura de Jesús Santrich y que puso en riesgo el proceso de paz?
Para la Comisión de la Verdad, la respuesta a esa pregunta es afirmativa y las pruebas reposan en una publicación de El Espectador de 2020, en la cual se reveló una alianza entre la Fiscalía y la DEA estadounidense para hacer reincidir en el delito a Santrich y a Iván Márquez, en pleno proceso de dejación de armas. Martínez sigue defendiendo su nombre y propuso una solución inédita.
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El fin de semana pasado, Cambio retomó el anexó “Los obstáculos para la continuidad de los procesos de paz en Colombia”, publicado por la Comisión de la Verdad. La institución de justicia transicional describe cómo, a través de una operación de “entrampamiento”, funcionarios públicos nacionales y norteamericanos indujeron a Santrich a negociar 5 kilogramos de cocaína, los cuales habrían sido aportados por la misma Fiscalía de Martínez.
La operación significó un empujón, según la hipótesis, para el regreso a las armas del ala guerrillera de Iván Márquez: La Segunda Marquetalia.
Martínez, desde 2020, ha sido insistente en asegurar que la Fiscalía bajo su administración no entregó nada. Para cerrar el debate, propuso una solución al padre Francisco De Roux, presidente de la Comisión de la Verdad:
“Me permito proponerle, con el afecto de siempre, integremos un Tribunal de Honor para que, con base en las pruebas que le aportemos y el testimonio de los protagonistas del delito en cuestión, hoy extraditados y en juicio en los Estados Unidos, para lo cual estoy seguro podemos contar con el apoyo de las autoridades americanas, se le ofrezca un veredicto definitivo al país, para que se sepa, de una vez por todas, a quién le asiste la razón”.
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Entre los testigos está Marlos Marín, sobrino de Iván Márquez, quien en el expediente de la Fiscalía quedó retratado por, en 2017, negociar droga desde Colombia con unos supuestos miembros del Cartel de Sinaloa.
En realidad, se trataba de agentes encubiertos de la DEA, que llegaron a tranzar un acuerdo por $ 22 millones. Según Martínez, Marlos Marín ha explicado en Estados Unidos, como testigo, que la droga la aportó Santrich, quien entonces estaba a punto de iniciar su proceso político en el Congreso. No obstante, El Espectador confirmó que en octubre de 2017, la Fiscalía autorizó la entrega de kilos de coca a un agente encubierto de la DEA.
No obstante, Néstor Humberto Martínez insistió ante el padre de Roux que, en noviembre de 2020, la Fiscalía de Francisco Barbosa aseguró en un debate de control político en el Senado que la cocaína no había sido aportada por el ente investigador. Además, que en mayo de 2021, la Corte Suprema de Justicia autorizó la extradición de Santrich a Estados Unidos por delitos relacionados con narcotráfico. Durante esa época, las disidencias Farc confirmaron su muerte en Venezuela.
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“Apelando a nuestra javerianidad, de la cual ninguno de los dos puede guardar reservas, sugiero que el Tribunal se dicte su propio reglamento y esté compuesto por tres miembros, así: un sacerdote que haya sido provincial de la Compañía de Jesús; un padre que haya ejercido la rectoría de la Universidad Javeriana de Bogotá y un exdecano de la Facultad de Derecho, para que dicten un fallo ‘ex aequo et bono’ (‘verdad sabida, buena fe guardada’)”, agregó Martínez.
El exfiscal general aseguró que si el veredicto es en su contra, lo aceptará. No obstante, mencionó en la carta de De Roux que tiene confianza en que públicamente será reconocida su inocencia. Cuando eso pase, prevé Martínez, le pedirá al presidente de la Comisión de la Verdad que firmen una carta conjunta en la cual se le pida al Ministerio de Educación que retire el capítulo sobre el “entrampamiento” a Santrich, de la educación escolar.
“Tengo la certeza de que Usted abrirá las puertas a este método alternativo de solución de controversias, en beneficio de la Verdad de la que usted es custodio”, concluyó el exfiscal general.
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