Sergio Jaramillo Caro es tal vez uno de los colombianos que más conocimiento tiene en temas de seguridad y paz, no solo por ser comisionado de Paz y ser parte de los estrategas que estructuraron el acuerdo firmado con las Farc en La Habana, sino porque sus credenciales apuntan en ese sentido.

Este filósofo, magister en filosofía y candidato a doctor en esa rama, es un experto en asuntos de seguridad y diplomáticos. Jaramillo fue asesor, entre 2002 y 2004 del Ministerio de Defensa cuando la titular era Martha Lucía Ramírez y después, fue viceministro de esa cartera del ministro Juan Manuel Santos.

El sello de su experiencia en resolución de conflictos quedó plasmado en el acuerdo final que se firmó con las Farc en La Habana.

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Por esa razón, en enero de este año, Jaramillo fue invitado a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para ser escuchado por los magistrados titulares y auxiliares de varias salas de ese tribunal, entre ellas la de reconocimiento.

La importancia de su declaración tiene varias aristas. Por un lado, podría ayudar a dar luces sobre el tratamiento que debe darle la JEP a un tema espinoso y que aún no ha sido abordado, en torno a los terceros civiles responsables en el conflicto armado.

Por el otro, Jaramillo cuenta con el conocimiento y la experiencia para orientar a los magistrados sobre la responsabilidad penal de militares que actuaron en connivencia con los grupos armados ilegales, sin que ese tribunal sea visto y tildado como un órgano judicial que persigue a los integrantes de las Fuerzas Armadas de Colombia.

Además, porque él, como viceministro de Defensa (2006-2009) en temas de derechos humanos durante el gobierno Uribe, integró y lideró las investigaciones que dieron lugar al escándalo de las ejecuciones extrajudiciales dentro del Ejército y que los colombianos conocieron como los mal llamados falsos positivos.

De hecho, Jaramillo fue quien redactó el documento que compiló toda la orientación filosófica y estratégica de la política de Seguridad Democrática del expresidente Uribe. Además, fue director (2004) del centro de pensamiento Ideas para la Paz.

Su intervención ante la JEP, libre y espontánea, duró varias horas y en ella trató tres temas puntuales en los que ahondó en detalles: paramilitarismo, falsos positivos y derechos humanos. Ahora bien, en su encuentro en el que estuvieron los miembros de la Sala de Reconocimiento y a quienes entregó sus opiniones sobre la complejidad de investigar las acciones de miembros y ex miembros de la fuerza pública, desató un duro enfrentamiento entre varios magistrados, tal y como lo reveló Diario Criterio. Pero esa es otra historia.

Jaramillo no dudó en reconocer las bondades del otro proceso de paz que se firmó con los paramilitares durante el gobierno de Álvaro Uribe, aunque tampoco se guardó las críticas. Le lanzó un vainazo al presidente Iván Duque, trató de “vanidoso e imbécil” al exjefe de las Farc ‘Jesús Santrich‘ y dijo que en el caso de ‘Iván Márquez‘ hubo un intento de entrampamiento, entre otras afirmaciones.

Diario Criterio presenta un resumen de las frases más impactantes que soltó el excomisionado de Paz, Sergio Jaramillo Caro.

“Esto no fue un problema de manzanas podridas”

Durante su declaración, Sergio Jaramillo se esforzó por reconocer la existencia del fenómeno de las ejecuciones extrajudiciales dentro del Ejército, pero como parte de una tendencia asociada a personas en particular que crearon ese perverso sistema de conteo de cuerpos o bajas, dentro de la institución castrense.

 “Esto no fue un problema de unas manzanas podridas, esto fue un problema de una tendencia al interior del Ejército, asociado a unas personas en particular que tenían una manera de operar, que crearon unos sistemas dentro de sus unidades”, dijo Jaramillo.

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¿Las Convivir como parte del problema?

En otro de los fragmentos de la comparecencia que duró tres horas y media, Sergio Jaramillo no dudó en atribuirles responsabilidades a los gobiernos en el surgimiento del fenómeno paramilitar, bajo la sombra y el amparo de las Convivir.

“Me parece que hay una responsabilidad histórica muy grande de los gobiernos en Colombia, en no asumir como corresponde, el reto de seguridad y de dejar que privados, con la mayor frecuencia en asocio con unidades militares de la región, construyeran su propia respuesta, que fue lo que se convirtió en el paramilitarismo”.

“Creo que hay una responsabilidad política muy grande de los gobiernos, de permitir que eso (paramilitarismo) se desarrollara así. El Estado colombiano me parece que nunca actuó como correspondía contra los paramilitares”, añadió.

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Álvaro Uribe y el proceso con las AUC

El exviceministro de Defensa y exembajador también reflexionó sobre lo que significó para el país el proceso de Justicia y Paz que el entonces presidente Álvaro Uribe impulsó con los paramilitares.

“Pero sí hizo una cosa, aquí es donde la lectura histórica del gobierno de Álvaro Uribe se vuelve compleja y donde yo invito a ser lo más objetivo posible, y es que más allá de la desmovilización de los paras –uno también puede juzgar eso como quiera–, hay diferentes lecturas y unos dicen no, es que lo que hicieron fue un lavado y otros: ‘¡no hombre! si estaban sacando a un actor armado principalísimo de la guerra,, lo que quiera”.

Jaramillo también reconoce que, gracias a ese proceso de paz con las AUC, le puso fin a un a la expresión militar de los paramilitares:

“La verdad es que es en ese gobierno donde el gobierno asume la responsabilidad de enfrentar las amenazas de seguridad, como toca, y dar los recursos, sobre todo la orientación estratégica y asumir la responsabilidad por la guerra y eso es lo que finalmente, junto con la negociación con los paras, le pone fin, por lo menos a lo que podríamos llamar la expresión militar de los paras”.

Sin embargo, recordó que producto de esa connivencia entre militares y paras, el Estado colombiano cargará por mucho tiempo “una mancha muy grande”.

“Del punto de vista estratégico, del punto de vista político, del punto de vista ético, la connivencia con los paramilitares es una mancha muy grande que tiene el Estado colombiano”, reflexionó Jaramillo ante los magistrados de la JEP.

“Uribe les hace trampa a los paras”: Jaramillo

En este fragmento Sergio Jaramillo comparte con los magistrados un análisis que él tiene sobre lo que sucedió con el proceso de Justicia y Paz que permitió la negociación entre el gobierno Uribe y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Como se recordará, desde que arrancó el gobierno de Álvaro Uribe Vélez en 2002, las AUC negociaron un cese de hostilidades que culminó con la firma del Acuerdo de Santa Fé de Ralito en 2003. La primera desmovilización paramilitar sucedió ese mismo año en Medellín, por hombres del Bloque Cacique Nutibara.

No obstante, en 2008 el propio Uribe ordenó la extradición a Estados Unidos de los 14 principales jefes de las AUC, porque habrían incumplido uno de los puntos del acuerdo firmado y que consistía en no volver a delinquir.

Una de las revelaciones que hace Jaramillo, es que el entonces presidente Uribe habría ‘conejeado’ a los temidos jefes paramilitares y lo explica de la siguiente manera:

“Lo voy a decir de una manera un poco brutal. En términos de negociación el gobierno Uribe, más o menos les hace trampa a los paras. Es decir, los pesca con la ley de Alternativa Penal, les promete una cantidad de cosas a puerta cerrada, los va trayendo, los va trayendo y en paralelo se va dando una discusión muy fuerte en Colombia sobre impunidad”.

Y agregó: “Cuando ya el gobierno va al Congreso, teniendo la popularidad y la mayoría que tenía Álvaro Uribe, lo derrotan quienes se opusieron a esa ley; tienen que volver a la mesa, pero cuando volvieron a la mesa, ya existía Ralito, ya estaban comprometidos, ya habían comenzado algunos, tal vez en Medellín, ya habían comenzado con el Bloque Nutibara en el 2003”.

También aseguró que ese proceso estuvo contaminado por colados, que en realidad no eran paramilitares, pero que sirvieron para inflar las cifras reales un 60 por ciento.

“Los mismos paras han dicho que, lo dijo Báez ‘on de record’, lo ha dicho el Alemán, digamos, partamos de la base de que por lo menos el 50 por ciento de los que se desmovilizaron con los paras eran colados. Por lo menos, yo creo que, es más. La cifra oficial es 32.500 (paras) yo diría que por ahí un 60 por ciento”, recordó Jaramillo.

El vainazo de Sergio Jaramillo a Duque

En su declaración, Sergio Jaramillo también le dedicó unas líneas al gobierno del presidente Iván Duque. Y lo hizo por su postura frente a lo pactado en el proceso de paz con las Farc.

“El drama de tener un gobierno que llega sobre la base no solamente de oponerse al acuerdo sino de negar la transición real en el terreno, que es la consecuencia del acuerdo, es que no se dan –hablo en el sentido más amplio– las reformas necesarias para enfrentar esa nueva realidad”.

Según Jaramillo, esa férrea oposición de Duque y su partido de gobierno –el Centro Democrático– a lo firmado en La Habana es uno de los factores que influyó en los pésimos indicadores de seguridad en el país.

“Por eso es que ustedes tienen cifras como –ya gestioné–. Las cifras oficiales de Defensa hablan de cuatro veces más masacres que hace cuatro años y las cifras de las ONG serias hablan de ocho veces más masacres que hace cuatro años. La tasa de homicidios en las periferias supera el 20 por ciento de la media nacional, que es una brutalidad”, dijo.

Narcos puros

Una de las críticas más férreas que Sergio Jaramillo le hizo al acuerdo de paz con las AUC durante el gobierno Uribe, fue en torno al escándalo por los narcos puros que se colaron en ese proceso.

“A mí parece extraordinariamente escandaloso que el gobierno en su momento haya permitido que los señores mellizos Mejía, o el señor Gordo Lindo o el señor Tuso Sierra, narcotraficantes reconocidos, tranquilamente los reconocieran como representantes de estos grupos (paramilitares). A mí eso me parece, hasta el día de hoy, extraordinariamente escandaloso”.

“En el caso de ‘Iván Márquez’ hubo un entrampamiento”

Sergio Jaramillo también habló de ‘Iván Márquez’ (Luciano Marín Arango) y ‘Jesús Santrich’ (Seuxis Paucias Hernández Solarte).

El primero es un disidente jefe de las Farc, fundador de lo que se conoce como la Nueva Marquetalia y que estaría refugiado en Venezuela. El segundo, aparentemente muerto en mayo de 2021, durante enfrentamientos entre disidencias en la frontera colombo venezolana.

A ellos se refirió en el contexto de lo que Jaramillo catalogó como un entrampamiento, haciendo alusión al proceso por presunto narcotráfico que le abrieron agentes de la DEA y que motivó la captura y posterior fuga de Santrich y la extradición de un sobrino de Márquez.

“En el caso de ‘Iván Márquez’, yo no tengo la menor duda de que ahí hubo un entrampamiento, no de ‘Santrich’. El entrampamiento estaba dirigido a ‘Iván Márquez’. ‘Santrich’ era un vanidoso y un imbécil, cayó. ‘Iván Márquez’ no”, manifestó Jaramillo.

El negociador del acuerdo de paz con las Farc, recordó que justamente Márquez pasó de ser uno de los más críticos del proceso, a su defensor más acérrimo.

“A mí lo que me consta es que al final de la negociación, Iván Márquez, que había sido el más duro, el más radical, el más difícil, estaba completamente comprometido con el proceso”.

¿Y los civiles?

Sergio Jaramillo, al igual que los magistrados de la JEP, muestra su preocupación por la manera como se debe abordar el capítulo de los terceros civiles que patrocinaron y promovieron grupos armados ilegales.

No obstante, aclaró que, para conocer ese capítulo del conflicto armado colombiano, se requiere el apoyo de la Fiscalía.

“A mí me parece, a mí, aquí a puerta cerrada me parece aún más importante, hacer justicia en los casos de connivencia de fuerza pública con los paramilitares, me parece más importante que se haga justicia en los casos de los civiles que apoyaron esto. (…) Lo último es que creo que en lo de los civiles (patrocinadores de las AUC) sin la Fiscalía, no va a funcionar (las investigaciones)”.

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