Cada año, miles de turistas nacionales y extranjeros visitan las ruinas de lo que alguna vez fue Armero, el municipio del Tolima que antes de la tragedia era conocido como la ‘Ciudad Blanca de Colombia’, debido a las grandes extensiones de tierra cultivadas en algodón.

Algunos lo hacen atraídos por el misterio que encierra este lugar en el que fallecieron más de 23 mil personas a raíz de la avalancha provocada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, el 13 de noviembre de 1985; mientras que otros van a pedirle favores o a poner placas y llevar ofrendas en señal de agradecimiento a Omaira Sánchez Garzón, la niña que se convirtió en símbolo de la tragedia.

Desde hace 12 años, algunas personas han pedido que Omaira sea canonizada.

Sitio de peregrinación 

En la actualidad, uno de los sitios de las ruinas de Armero que más frecuentan los turistas nacionales y extranjeros es la tumba de Omaira Sánchez, la niña que se convirtió en símbolo de esta tragedia luego de permanecer atrapada con vida entre dos muros y fallecer ante los ojos del mundo tras 72 horas de labores infructuosas para su rescate.

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Algunos lo hacen atraídos por la curiosidad que les genera el sitio y otros para pedirle a Omaira que interceda por ellos ante Dios y que de esta manera se cumplan los milagros que esperan en materia de salud, amor o dinero. Asimismo, muchas familias, en señal de agradecimiento y como testimonio, han instalado cientos de placas con diferentes mensajes.

“En acción de gracias a la niña Omaira Sánchez, por los favores concedidos”, “niña linda eres milagrosa. Haz regresado a mi esposo a mi hogar”, “Omaira, gracias por permitir que mi hijo caminara”, se puede leer en algunas de las más de 700 placas que hay instaladas en varios muros y en una pared que la administración del lugar debió construir para tal fin.

 

Atractivo turístico

Con el pasar de los años, la tumba de Omaira Sánchez se convirtió en el sitio que más frecuentan los turistas que vienen a conocer las ruinas de Armero, situación que han sabido aprovechar algunos comerciantes del municipio, quienes instalaron toldos alrededor del sitio donde se cree, falleció la niña el 16 de noviembre de 1985. 

Allí venden diferentes elementos con el rostro de Omaira Sánchez, escapularios, veladoras, dulces, bebidas, comida y CD’S con el video de su rescate, cuyas imágenes fueron difundidas en casi todos los noticieros del planeta en su momento y en el cual se observa la agonía de la niña mientras intentaba ser auxiliada por los socorristas.

 

Los creyentes dejan en la tumba escapularios, cartas y hasta juguetes como ofrenda.

Al llegar a su tumba, lo primero que se escucha de manera constante y durante todo el día en equipos de sonido y parlantes de algunos puntos de venta, es un aparte del audio original del video de Omaira en el que dice: “Mamá, si me escuchas, yo creo que sí, reza para que yo pueda caminar y esta gente me ayude. Mami, te quieren mucho, mi papi, hermanos y yo. Adiós, madre”.

Acuden enfermos terminales y otras personas con problemas para pedir favores.

Según cuentan los vendedores, a diario llegan cientos de turistas de otras regiones del país a este sitio y entre estos, la mayoría lo hace para visitar la tumba de Omaira y pedir favores o agradecer por los milagros en los que, según ellos, la niña ha intercedido. 

Brujería en la tumba de Omaira

En octubre de 2019, la iglesia católica y las autoridades de Armero Guayabal denunciaron que en la tumba de Omaira Sánchez fueron encontrados varios elementos que algunas personas estarían utilizando para llevar a cabo rituales de brujería. A raíz de esto, el párroco del municipio fue hasta el lugar y propuso reformarlo y construir una nueva tumba, pero dicho proyecto jamás se llevó a cabo debido a que los terrenos del campo santo siguen siendo de propiedad de las víctimas de la tragedia y sus sobrevivientes.

 

En la tumba de Omaira han instalado más de 700 placas en acción de gracias.