Un caso de contratación parecido al de la pareja de esposos de Andrés Mayorquín, exasesor de María Paula Correa, jefe de gabinete del Gobierno de Iván Duque, y Karen Váquiro fue denunciado este lunes por el exconcejal de Bogotá Andrés Forero (Centro Democrático).

La figura que viene sorprendiendo a los colombianos y que, si bien no constituye un delito en sí misma, pero sí tiene que ver con la ética, es la siguiente: el cónyuge de un funcionario o funcionaria se hace con varios contratos de la administración pública. En el caso Mayorquín- Váquiro, la Procuraduría está determinando si hubo conductas sancionables por parte de esta pareja que, de entrada, negó que fueran marido y mujer.

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Ahora una situación similar se estaría presentando en la administración de Claudia López. De acuerdo con Forero, hay otra pareja en circunstancias parecidas y que tiene que ver con la secretaria de Planeación de la alcaldía de Bogotá.

“No está bien que la pareja sentimental de una secretaria del despacho de Claudia López, en particular la que lideró todo el proceso del POT y acolitó que la alcaldesa lo sacara por decreto, durante esta alcaldía haya suscrito contratos hasta por 860 millones de pesos con distintas secretarías del Distrito”, dijo Forero en Caracol Radio.

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Precisó que se trata de seis contratos, y que en este momento hay que ver si le van a hacer una adición a uno que se vence esta semana. Esos contratos son con dos secretarías: la General y la de Movilidad.

“Si uno revisa un poco, los temas son bastante similares y uno se da cuenta que, sumando lo que se lleva en esta administración, Felipe Morales, pareja sentimental de la señora secretaria, María Mercedes Jaramillo Garcés, ya ha suscrito contratos hasta por 880 millones de pesos”, agregó Forero en la emisora.

De acuerdo con el exconcejal, que admitió que está en campaña política para llegar a la Cámara por Bogotá, “desde hace un tiempo, durante la veeduría pasada, se hacía un informe donde se mostraba concentración en unas contrataciones. Lamentablemente, eso dejó de darse con la veeduría que nombró la alcaldesa Claudia López, donde nombra un aliado político, Guillermo Rivera”.

Aquí vemos a una familia que está con un cargo en la Secretaría de Planeación y con la pareja con contratos que, a mi juicio, son bastante significativos en la Alcaldía de Bogotá”, terminó el político.

El Distrito respondió este mismo lunes, admitiendo que es un caso similar al de la Casa de Nariño, pero advirtió que el contratista está altamente calificado para desarrollar los contratos que suscribe, y además ya ha contratado con la administración distrital desde el 2007.

La esposa del contratista llegó como secretaria de planeación después a la Alcaldía, en donde aseguran que él es un gran estructurador de proyectos, que los honorarios se ajustan al mercado de las tablas de honorarios de las entidades, y que que no se cruzan sus labores.