En tres días se cumple dos meses desde que Gustavo Petro se juramentó en la Plaza de Bolívar. La promesa de cambio ha calado en buena parte de la población, o por lo menos así lo demuestran las encuestas en las que se observan la imagen positiva del primer mandatario: ha tenido mucha mejor imagen que la que alcanzó su antecesor. No obstante, esto contrasta con los bandazos que ha tenido que dar en la corta administración.

Han sido múltiples las propuestas encontradas entre ministros, las salidas en falso de estos y una falta de claridad en muchas de las propuestas. La supuesta ausencia de coherencia comunicativa ha sido explotadas como caldo para noticias falsas y numerosas críticas desde la oposición al Ejecutivo, todas materializadas en unas marchas a nivel nacional, cuando no se ha cumplido ni un mes de gobierno.

Al parecer, el Ejecutivo entendió los problemas en términos de comunicación que ha enfrentado su administración y por ello citó a todo su gabinete el pasado viernes y sábado para hablar de esta situación y otros temas urgentes del incipiente mandato. En cuanto a términos de comunicación el tema fue asumido por el español Antoni Gutiérrez-Rubí. La estrategia de comunicación, de acuerdo a lo que se pudo conocer, estaría articulada sobre los temas de “la paz total” y el cambio, y todos los temas girarían en esos ejes. Además, se habría llegado a pensar en una especie de vocero que centre los pronunciamientos, para así evitar los mensajes cruzados que se han venido dando entre carteras y funcionarios.

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La estrategia de gobierno llega en un momento en que, para los expertos en comunicación política, el gobierno había pecado de no preocuparse por este aspecto, que tanto rédito le sacó en campaña. “No hay estrategia de comunicación, hay una continuación del discurso de campaña”, expresó Carlos Andrés Arias, estratega de comunicación político, que señaló que una muestra de una ausencia de un plan concreto se observa en “las múltiples salidas en falso de los ministros”.

El profesor Álvaro Duque, investigador de comunicación política del Politécnico Grancolombiano, siguió en ese mismo camino: “No parece que haya una estrategia, se está solo respondiendo al día a día. Están descoordinados los ministros. Quieren generar noticias, pero no hay desarrollos. No hay asuntos coordinados. Están aún en campaña”.

El enfoque de discurso de campaña, que el profesor Mario Morales denominó como “intentos de golpe de opinión, muy cercanos al marketing”, estaría reemplazando lo que se conoce como un régimen de comunicación. “Cada vertiente en la coalición se siente con la garantía de hablar a nombre propio. Los pronunciamientos han sido ególatras y vitrineros desde los funcionarios.

Quieren mostrarse como si estuvieran trabajando, pero no lo logran. Una coalición con intereses distintos, no hay una sola línea de comunicación global”, afirmó Morales. Este aseguró estar sorprendido, puesto que señaló que el gobierno y su coalición demostraron en campaña tener buenos comunicadores, pero estos lo lograron “desde el yo” y en estos momentos no han logrado traducirlo en una construcción de comunicación de gobierno.

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La supuesta política comunicativa de campaña, de acuerdo con Álvaro Duque, estaría llevando a un corto circuito con los que no fueron votantes del presidente o que no comparten todo lo hecho. “Es curioso porque siguen hablando a sus adeptos, que les creen ciegamente, pero hay mucha gente que no es afín y termina teniendo una visión crítica”.

El investigador pidió que haya un cambio, como se habría indicado en la reunión del viernes, debido a que es necesario pasar de una política de campaña, basada en propaganda, a algo muy institucional. “Ya no se debe buscar impresionar y movilizar, se debe dar desarrollos”.

Duque señaló que el equipo de campaña pasó tal cual al de comunicaciones de presidencia y no se supo dar la transición en los modos de dar el mensaje. “El aparato de comunicaciones estaba muy asociado en forma de propaganda, pero tiene poca experiencia en la comunicación institucional. El equipo era grande y amplio, pero era de campaña.

No le está funcionando en la presidencia”, agregó el investigador, que señaló que se está a la mitad de los 100 días y no se ha notado el cambio, por lo que “estos ajustes en temas de comunicación deben ser urgentes”. De forma parecida, Mario Morales sentenció: “se les olvidó que esa comunicación les dio la visibilidad inicial para llegar a la presidencia”.

En estos términos, Morales llamó la atención sobre tantos anuncios de propuestas que ha hecho el gobierno. Este expresó que la táctica iría en tratar de “medir el aceite” de la población con las distintas propuestas, como “una especie de globos”, pero dicha táctica estaría causando confusión en las personas.

“Uno encuentra exceso de anuncios y promesas y la campaña ya terminó. Escasea las formas sólidas y eso cansa a la ciudadanía”, expresó Morales, para luego aseverar que esto ha comenzado a generar un cansancio en la ciudadanía que termina rompiendo el vínculo comunicativo y ocasionando una grave desinformación: “Con las reformas, todos opinan. No hay una decisión de vocería para saber quién habla Como no hay claridad, se sienten con derecho de emitir opiniones sin contexto claro. Este país debe ponerle coto a los influencers, porque se están tomando la vocería sin conocimiento de causa. Eso deteriora el debate público”.

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Bajo la misma tesis, Carlos Andrés Arias diagnosticó que hay una narrativa de gobierno frágil que debe replantearse. “Se están quedando en informar y no en comunicar. Hoy se queda en informar algunas acciones, pero no ahondan en ellas y la oposición termina copando algunos espacios. Algunas veces con fake news”.

Para el estratega, la falta de una narrativa le estaría costando al gobierno. Esto se demostraría en la tributaria, que en las negociaciones no han sabido posicionar la narrativa de que son sumamente necesario los recursos y por ende han estado cediendo ampliamente en las negociaciones. “Ahí se ven las debilidades de comunicación. Quieren hacer una estrategia de legado y no han logrado comunicar para que no se tenga que ceder tanto”, expresó Arias.

No obstante, para los consultados, no todo tendría observaciones negativas. Hay puntos en los que el gobierno Petro lo estaría haciendo muy bien. Estos destacan sobre todo el discurso que hubo ante la Asamblea General de la ONU. “El espacio de la ONU es un espacio perfecto para la construcción de retórica y una narrativa de espacios aspiracionales. El deber ser de un gobernante”, expresó Arias, que incluyó elogios al presidente: “Quizá es uno de los presidentes con mejor retórica para inspirar”.

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En cuanto al profesor Mario Morales, su pronunciamiento hizo énfasis en que Gustavo Petro supo posicionarse como un líder regional. “El discurso de Petro es coherente con su campaña y su ideario. Es coherente, pero lo que busca fundamentalmente recuperar la unidad de los pueblos latinos y de las instancias latinas. Como no hay líderes, apunta a asumir ese liderazgo en lo que tiene que ver con economía, drogas y medioambiente. Los gobiernos de izquierda han ido tomando el camino de lo particular y lo local, mientras que ese discurso busca tomar el liderazgo regional”, concluyó Morales.

Un diagnóstico a tiempo

Desde las comunicaciones de la presidencia comenta que han escuchado los cuestionamientos, y que la estrategia se ha venido consolidando. Se aclaró que parte de la demora pasaba por una gestión desde los ministerios. No obstante, reconocieron que la comunicación girará en torno a la paz total y a sus pilares. Todos los ministerios deben regirse bajo dicha estrategia y sus acciones enmarcarse en estos puntos. Bajo esta premisa ya se estaría definiendo los puntos para los 100 días de gobierno, que se cumplen en poco menos de 40 días, y para el cuatrienio. Cada cartera tendría que centralizar sus acciones para que puedan ser impulsadas bajo ese enfoque.

A esto se añadió que el tema de comunicaciones es muy importante, por lo que fue el aspecto por el que se comenzó en la reunión del pasado viernes. Allí se definieron algunos cambios como la definición de una especie de voceros frente a los temas básicos del gobierno y a las coyunturas. También hubo un llamado a los ministros para que entiendan que “todo debe estar en conexión con presidencia”.

El espacio del fin de semana fue el perfecto para esta tarea, puesto que fue la primera vez que se pudieron reunir con todos los ministros y con los responsables de comunicaciones de cada cartera. Allí se pudieron dar estas instrucciones. Por otro lado, se ha destacado una aproximación distinta a los medios de comunicación. Esto incluiría reuniones con directores y un intento por incluir a aquellos que en anteriores administraciones fueron vetados.