Así lo dejó ver la lista de compras que se filtró este domingo 2 de octubre, en la que además se relacionan televisores de 27,5 millones de pesos, cubiertas de vitrocerámica de 17,4 millones, licuadoras de un millón, tendidos de más de 2 millones, etc.

Sin embargo, llama la atención que pese a que una de las banderas de nuevo Gobierno es la protección de los derechos de los animales, se acuda a elementos para amoblar las casas que tienen como materia prima las plumas de ganso.

De acuerdo con informe de DW, lo que viven las aves a las que les quitan las plumas en las granjas dedicadas a ese negocio es una auténtica “tortura”, pues se trata de un proceso manual en el que los animales sufren todo tipo de “dolores”.

Gansos son torturados para plumones como el de Gustavo Petro

Además, padecen “dificultad para respirar, ataques al corazón” y hasta se les “parten las alas”, especificó el reporte.

El desplume, según el medio, comienza cuando cada animal tiene 2 meses y medio de nacido, y se hace cada mes y medio durante 4 años.

“En esta práctica manual, los trabajadores sujetan a las aves entre sus piernas y tiran de las plumas de la parte del pecho”, señaló el texto.

Y como el pago es por cada ave desplumada, los encargados de llevar a cabo el procedimiento, poco se fijan en el cuidado de las aves.

La producción de plumas de un ganso, añadió la web, es de 300 gramos, de los cuales 60 corresponden a las plumas más cercanas a la piel, 150 son de plumas medianas y 90, de la cola y alas, pero estas últimas son descartadas.

DW apuntó que aunque la producción es mundial, “la mayoría de las plumas provienen de China”, donde los “procesos” son “horribles”.

En consecuencia el medio reflexionó apuntando que detrás de cada producto con plumas de ganso hay animales que fueron “víctimas de tortura” durante al menos 4 años.

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