El estado de salud del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay mantiene en vilo a Colombia once días después del atentado en el que fue gravemente herido a bala en la cabeza, y su apego a la vida lo ha convertido en símbolo de resistencia contra la violencia política en el país.
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“Nosotros estamos esperando que Miguel, que está dando su gran batalla por la vida, recupere su estado normal y regrese nuevamente a la vida”, dijo este martes a periodistas su tío, el exsenador Julio César Turbay Quintero, a la salida de la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde su sobrino está ingresado desde el 7 de junio, día del atentado.
La preocupación por Uribe Turbay, de 39 años y miembro del partido Centro Democrático, aumentó el lunes cuando, según los médicos, su cuadro “crítico” pasó a “extremadamente crítico” tras ser sometido a dos cirugías, la segunda de ellas de emergencia, tras detectarse que tenía un “sangrado intracerebral agudo”.




¿Qué dice la Fundación Santa Fe sobre la salud de Miguel Uribe?
El parte médico de la mañana de este martes, el más reciente hasta ahora, trajo una luz de esperanza para sus familiares y las decenas de personas que día y noche oran por su recuperación a las puertas de la Santa Fe, donde incluso anoche un sacerdote ofició una misa al aire libre por su salud. Según el único parte médico de este martes, “persiste su condición clínica de máxima gravedad, con pronóstico reservado”.
“Está delicado de salud pero con buen pronóstico, creo yo”, agregó el tío del político, una fe que comparte con la gente que se releva frente a la clínica para darle apoyo al paciente y a su familia.
Además del sicario de 15 años de edad, detenido minutos después de los disparos, otras dos personas fueron arrestadas en los últimos días como presuntos coautores pues en vídeos del atentado y de los momentos y días previos se les ve circulando por la zona y hablando con el atacante. Los otros dos detenidos son Carlos Eduardo Mora González y Katerine Andrea Martínez, esta última una joven de 19 años a quien un juez le dictó este martes prisión preventiva, según la Fiscalía.
Los testimonios de los tres son claves para llegar a los mandantes de este atentado que ha causado conmoción en Colombia y sobre los cuales las autoridades no tienen todavía ninguna pista.
Oraciónes y velatones por la salud de Miguel Uribe Turbay
Ante el altar improvisado a las puertas del centro médico, una bandera de Colombia con una foto del senador y las frases “¡No más violencia!” y “¡Fuerza, Miguel!”, que se convirtió en un grito de fe y resistencia, se reúnen todos los días personas venidas de distintos lugares para rezar por su salud.
Por ahí pasan amas de casa, jubilados, niños, adultos, sacerdotes, estudiantes, militares, policías y desempleados para rezar una oración, encender una vela o depositar una imagen religiosa más, con la convicción de que “para Dios nada es imposible”.
Miles de colombianos se reunieron este martes en algunas de las principales ciudades del país para realizar una velatón por la salud del senador y precandidato presidencial, así como por el cese la violencia en las regiones. Bajo el lema ‘Una luz por la vida’ y convocados por la Federación Nacional de Departamentos (FND), los ciudadanos llegaron a plazas, coliseos y parques de las capitales de los 32 departamentos del país para rechazar la violencia.
Uno de los puntos de concentración fue el municipio de Jamundí, aledaño a la ciudad de Cali, que en los últimos meses ha sido víctima frecuente de la violencia del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la antigua guerrilla de las FARC. Justamente el martes pasado al menos ocho personas murieron en una ofensiva violenta en el suroeste de Colombia, donde 19 ataques con explosivos y hostigamientos armados sacudieron los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, en el que está ubicado Jamundí.
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