
El menor que atentó contra Uribe Turbay fue brutalmente agredido por al menos dos hombres, según lo registraron cámaras de seguridad y testigos, luego de intentar huir tras el ataque en un mitin político en el occidente de Bogotá.
Los agresores lo siguieron y lo golpearon violentamente en el suelo. Uno de ellos expresó: “No tengo nada que perder, se ganó su puñalada”, mientras se llevaba la mano al bolsillo de su chaqueta.
(Vea también: Detallan cuestiones en ataque contra Miguel Uribe que “no cuadran”; ropa de sicario, clave).
Ambos desaparecieron cuando un hombre, aparentemente parte del equipo de seguridad del senador, los confrontó. Uno de los agresores ya se habría presentado ante la Fiscalía.
Las autoridades manejan la hipótesis de que los autores intelectuales del atentado pretendían asegurar la muerte del menor en el lugar.




“Algunos de los investigadores creen que los sicarios estaban apostando a que el menor muriera en la escena”, detalla El Tiempo al respecto.
Paralelamente, se investiga si el disparo que recibió el senador Uribe Turbay en la pierna provino de la misma arma Glock que portaba el menor o si había otro tirador activo en el lugar.
El arma retenida fue comprada legalmente en Estados Unidos por Charles Joe Anderson, un hombre de 75 años, sin antecedentes de robo o pérdida del arma.
El caso ha abierto varias líneas de investigación para esclarecer los hechos y determinar si se trató de un acto planeado con múltiples involucrados o si existieron fallas de seguridad puntuales durante el evento.
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