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Los congresistas Christian Garcés, del Centro Democrático; Katherine Miranda de la Alianza Verde y Armando Zabarain del Partido Conservador radicaron en la Cámara de Representantes un proyecto de ley que pretende eliminar el gravamen a los movimientos financieros (GMF) o lo que se le conoce como 4×1000.
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Según el texto presentado por los congresistas, el gravamen se eliminaría gradualmente, de a 0,5 por mil, empezando desde 2026. Es decir, ese año el impuesto sería de 3,5×1000, en 2027 pasaría a 3×1000, y así sucesivamente hasta 2033 cuando la cifra sea cero.
En el documento se señala que el impuesto desincentiva el uso de la banca formal, además que representa mayores costos operativos a la Mipyme.
“El GMF es un tributo antitécnico que pagan las personas y las empresas a través de sus transacciones financieras, y que busca generar recursos para financiar los gastos del Gobierno Nacional. Este impuesto encarece las transacciones financieras y reduce la competitividad del país”, dice el borrador presentado.




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¿Qué propone el proyecto de ley que busca eliminar el 4×1000?
La estrategia es hacer una eliminación gradual, con el objetivo que el Estado ajuste sus finanzas, teniendo en cuenta que durante 2023 el GMF recaudó $14 billones, mientras que con corte a mayo de 2024 ya se han recogido $5,9 billones.
“La propuesta contempla un desmonte a 7 años mediante una reducción anual de 0.05%, lo que equivale, según nuestras estimaciones, a 1.75 billones de pesos anuales. Creemos que esta cifra puede recuperarse a través de la reinversión de los recursos que las empresas dejarían de pagar en impuestos”, explica el proyecto de ley.
“Esto era un impuesto temporal y se volvió permanente, creando distorsiones en los costos financieros de los bancos, disminuyendo la bancarización y precarizando a los que logran mantenerse dentro del sistema financiero”, dijo katherine Miranda, una de las ponentes de la iniciativa.
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