Escrito por:  Redacción Nación
Oct 22, 2025 - 8:03 am

Dos hospitales en Caldas, el Santa Sofía de Manizales y el San Vicente de Paúl de Aranzazu, decidieron suspender la atención a los afiliados de Nueva EPS debido a una deuda que supera los 13.000 millones de pesos. Esta situación afectará a cerca de 460.000 usuarios en el departamento.

En el caso del Hospital Santa Sofía, el cierre incluye todos los servicios, incluso urgencias, ya que la interventora de la EPS no giró los recursos correspondientes al mes, lo que ha generado retrasos en el pago de salarios a más de 800 empleados y dificultades para cubrir gastos en insumos y medicamentos, detalla W Radio.

Su gerente, Carlos Alberto Piedrahita, aseguró que las cuentas del ADRES son inembargables y que la EPS utiliza ese argumento como excusa para no pagar.

Por su parte, el Hospital San Vicente de Paúl cerrará a partir del 27 de octubre los servicios de psicología, fisioterapia, vacunación, consulta externa y hospitalización, manteniendo solo urgencias, añade ese medio.

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Su gerente, Lilibeth Arenas, explicó que la deuda asciende a mil millones de pesos y que, pese a varias reuniones con la EPS, no se han concretado pagos.

Ambos hospitales notificaron que tampoco recibirán remisiones de pacientes de Nueva EPS mientras no se regularice la cartera, señaló esa emisora.

Por qué hay crisis de las EPS en Colombia

La crisis de las EPS en Colombia se debe principalmente al modelo financiero y administrativo del sistema de salud, que ha generado deudas multimillonarias entre las entidades promotoras de salud (EPS), los hospitales y las clínicas.

Muchas EPS no reciben a tiempo los recursos del Estado, lo que afecta su capacidad para pagar a los prestadores de servicios médicos. A esto se suman altos costos en medicamentos, tratamientos especializados y demoras en los giros de la Administradora de los Recursos del Sistema de Salud (ADRES).

Además, existe una deficiente gestión por parte de algunas EPS, que acumulan deudas, presentan fallas en atención al usuario y no garantizan la cobertura ni la calidad del servicio.

La corrupción, la falta de control y la fragmentación del sistema agravan la situación, dejando a hospitales sin liquidez y a médicos y proveedores sin pago.

El aumento de la población envejecida y de enfermedades crónicas también ha elevado los costos. En consecuencia, miles de pacientes enfrentan demoras en citas, cirugías y tratamientos.

Varias EPS han sido intervenidas o liquidadas por el Gobierno, lo que genera incertidumbre en el sistema y deja sin claridad el futuro del modelo de aseguramiento en salud en Colombia.

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