Carlos Ramírez Rodríguez, más conocido como ‘Gury Gury’, falleció en total soledad en una banca de la calle 20 entre carreras 7 y 8 de Montenegro, un municipio donde su figura era ampliamente reconocida y, a la vez, objeto de controversia. La noticia de su muerte rápidamente causó conmoción en la comunidad local. La principal razón de esta reacción se debía tanto a la notoriedad que había alcanzado como persona de la calle como a las circunstancias en las que vivió y murió.
El apodo ‘Gury Gury’ ocultaba su verdadero nombre, desconocido por la mayoría de quienes lo veían diariamente deambular por las calles. De origen humilde y con una infancia marcada por la falta de recursos y de apoyo, desde muy joven se dedicó a guiar carros de turistas en la zona, probablemente buscando alternativas para sortear las dificultades cotidianas.
Sin embargo, el destino de Ramírez Rodríguez se vio profundamente afectado por el consumo excesivo de alcohol y de estupefacientes. Este problema, evidenciado por su comportamiento y apariencia, provocaba que adoptara actitudes conflictivas. Habitualmente, el dinero que conseguía era fruto de pequeñas labores esporádicas o de la mendicidad, lo que, unido a su temperamento cambiante, hacía que en muchas ocasiones respondiera con palabras soeces o actitudes agresivas al no recibir ayuda de los transeúntes.
Según testimonios recogidos por Crónica del Quindío, ‘Gury Gury’ se volvió una figura temida, ya que su conducta impredecible causaba inquietud entre los habitantes del sector. La situación del hombre empeoró de manera significativa tras el fallecimiento de su madre, pues era la única persona que intentaba velar por él, y su partida terminó por profundizar su sentir de desamparo y tristeza.








En sus últimos años, la rutina de Ramírez Rodríguez se centró en el barrio La Pista. Los vecinos aseguran que era común encontrarlo llorando, una imagen que para muchos reflejaba la soledad en la que se encontraba. De hecho, algunas personas afirmaron que, poco antes de su deceso, lo vieron visitando la tumba de su madre, donde se le vio visiblemente afectado, llorando de dolor y abandono.
Su muerte a los 34 años se suma a las muchas historias semejantes de personas que sobreviven en condiciones de abandono en Colombia. Tras encontrarse su cuerpo sin signos recientes de violencia, las autoridades procedieron a trasladarlo a la morgue de Pereira, Risaralda. La necropsia, a cargo del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, intentará esclarecer la causa exacta de su muerte, pues inicialmente no fue certificada como natural.
Con esto, la vida de Ramírez Rodríguez se cierra sin amigos ni familiares a su lado, ilustrando una dura realidad: la de quienes quedan relegados al olvido y la marginalidad, mientras sus historias quedan como advertencia silenciosa en las calles de las ciudades.
¿Qué hace el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses?
El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Colombia es la entidad responsable de practicar distintos procedimientos, como la necropsia, para establecer con precisión las causas de una muerte. Este instituto utiliza métodos científicos y participación de expertos para brindar información fundamental en casos donde la naturaleza del deceso no es clara, como sucedió con ‘Gury Gury’.
Su intervención resulta esencial para asegurar la transparencia e integridad en procesos judiciales y médicos, especialmente en casos donde hay dudas o circunstancias poco claras. Gracias a este tipo de investigaciones, familiares y autoridades pueden acceder a la verdad de los hechos, y la sociedad cuenta con una garantía importante de rigor científico en la gestión de estos casos.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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