La mujer también era coordinadora del diplomado de Equidad de Género y afirmó en Noticias Uno que “es una situación que lleva años sucediendo y que la universidad sabía, tenía conocimiento de que esto estaba pasando y no había tomado los correctivos del caso”.

Situación que el rector Hans Peter Knudsen reconoció en conversación con ese medio:

“La razón por la cual la universidad toma la decisión de terminar sin justa causa el contrato es porque, derivado de la actividad que estaba desarrollando la doctora Godoy con el diplomado, empieza, dice ella, a identificar unos casos de acoso en la universidad y comienza a señalar a personas de manera individual generando una presión para que la universidad actúe en contra de esas personas”.

La profesora Godoy agrega que incluso “los masajes que ofrecía un instructor de gimnasio eran famosos”, lo que para ella representa que “era una técnica que tenía para acercarse sexualmente a las estudiantes y obtener de ellas lo que él quería a partir de presión y engaños”.

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Al instructor lo despidieron y después fue reintegrado porque según el rector, la Fiscalía no encontró méritos para una imputación, pero pese a eso decidieron mantenerlo alejado de las estudiantes.

La docente asegura que otras personas que habían denunciado estos comportamientos y que intentaron apoyar a las estudiantes también fueron despedidas sin justa causa. Por lo que ya interpuso una tutela para que se continúe evaluando el caso.