Las autoridades visitaron el lugar después de conocer que desde estos mataderos clandestinos, ubicados en las veredas La Cóndor y Limoncito del municipio de Yondó, se sacaba carne que era comercializada en Antioquia y Santander.

Un equipo especializado, conformado por peritos y unidades de la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional, llegó al lugar y comprobó que efectivamente se estaba sacrificando ganado vacuno y porcino a gran escala sin los permisos de ley, y en medio de precarias condiciones de salubridad.

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En las verificaciones fueron encontrados en corrales: 44 cerdos, 24 vacas y un búfalo; y se incautaron cerca de tres toneladas de carne.

De igual manera, se estableció que la actividad ilegal afectó el suelo, y aceleró un proceso de pérdida de vegetación y erosión por el abandono indiscriminado de pieles, cascos y otras partes de los animales.

Además, en los dos predios no había tratamiento de aguas residuales, que terminaban en las quebradas y ríos aledaños. A esto se suma la presencia se aves de carroña, insectos y malos olores.

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Como si fuera poco, los mataderos operaban sobre un corredor ecológico para especies silvestres, como el manatí; y estaban ubicados en una Zona de Reserva Campesina, donde no se pueden desarrollar labores industriales.

Por estos hechos, fueron capturadas en flagrancia nueve personas, entre ellos los propietarios de los mataderos: Juan Carlos León Cuellar y Luis Alfredo Melgarejo Blanco. También, Lino José Hernández Páez, uno de los administradores.

Una fiscal de la Dirección Especializada para los Delitos contra los Recursos Naturales y el Medio Ambiente presentó a los detenidos ante un juez de control de garantías y les imputó los delitos de contaminación ambiental, y corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico.