“Acá no hay magia. O se paga con tarifas o más impuestos, o hay que hacer menos gasto en seguridad, en educación o salud”, dijo el alcalde saliente en declaraciones recogidas por algunos medios locales como El Espectador.
“Habrá que hacer un reajuste de 100 pesos y ojalá que nuestros gobernantes tengan el carácter y la responsabilidad”, agregó Enrique Peñalosa en las declaraciones que fueron reproducidas por ese periódico en las últimas horas.
El comentario del burgomaestre está dirigido a Claudia López que tendrá la responsabilidad de fijar, en enero, el precio del pasaje del sistema, una medida que suele ser considerada impopular por los usuarios, que siempre tienen una observación o una queja que hacer sobre el servicio que presta Transmilenio.
“En el caso de las tarifas de transporte hay que hacer ajustes periódicos porque los costos suben. En el caso del sistema de transporte el costo en gran medida es un costo importado al ser buses importados, motores importados”, precisó Peñalosa aludiendo al complejo sistema de inversiones y gastos públicos que implica la administración de una ciudad con las características que tiene Bogotá, destacó el rotativo capitalino.
Y es que el precio del pasaje en Transmilenio se tornó en una papa caliente para las administraciones locales desde hace más de 11 años, tiempo en el que el déficit en el gasto en la operación del transporte público llegó a superar el 645 % y que bajó hasta el 24 % en la administración de Enrique Peñalosa luego del reajuste en el precio del pasaje, según cifras de Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad de Bogotá.
Con @petrogustavo deficit de transporte pagado con impuestos de @Bogota aumentó en 645%. En 2016 @EnriquePenalosa lo redujo en 25% pic.twitter.com/BKxTdjQUqT
— Juan Pablo Bocarejo (@Bocarejo_JP) March 15, 2017
El asunto empieza a tomar relevancia justo después de que la actual administración se apartara de tomar cualquier decisión respecto a fijar nuevos precios para el transporte público en Bogotá para el año entrante.
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