“A los técnicos de la Fiscalía no les cabe la menor duda: la culpa es del muerto”, dice el periodista en su columna de este domingo, al evaluar los documentos del caso.
Para Daniel Coronell, se trata de un informe sesgado a favor del capitán Manuel Cubillos Rodríguez, quien disparó el proyectil que terminó incrustado en la cabeza de Dilan Cruz, el 23 de noviembre de 2019, en el marco del Paro Nacional; herida por la que murió dos días después.
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El periodista muestra fragmentos del documento y en uno de ellos pretende demostrar que “el capitán Cubillos, experto tirador, […] no quería herirlo” y que la víctima “se atravesó en la trayectoria del inocente disparo”.
“[Dilan Cruz] ingresa de manera repentina en el ángulo de visión previamente establecido por el tirador, se cruza en la línea de tiro y, recibe el impacto”.
En ese y otros apartes del texto, el periodista considera que la Fiscalía “monta una enrevesada teoría” para decir que el agente del Esmad no vio a Dilan y argumenta que por las condiciones de la protesta el capitán Cubillos pudo experimentar una “visión de túnel, entendida como el desvanecimiento de la visión periférica, en la que solo se logra ver el objetivo amenazante como único estimulo en su campo de percepción”.
Coronell considera que de ser así, el agente no debió ser enviado a cubrir esas protestas, que habitualmente representan una situación peligrosa para todos los asistentes, y en cambio debería motivar una investigación “a los mandos que le asignaron esa misión que acabó con la muerte de una persona”.
Además, incluye otro “aberrante” segmento, dice Coronell, y es que “se dedica a hacer un perfil cuasicriminal de Dilan Cruz para justificar su muerte”.
A lo que se refiere el columnista es que mencionan consumo de sustancias alucinógenas en la adolescencia de Dilan Cruz, problemas escolares, el porte de una navaja y “dificultades para ajustarse a las normas”, y añade: “No obstante, Dilan se fue adaptando de manera satisfactoria al proceso terapéutico”.
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La conclusión del periodista es que este informe, que “descarta velozmente la responsabilidad del homicida” y está dirigido al juez penal militar que puede absolver al procesado, también busca dejar claro que “Dilan Cruz no le hacía ninguna falta a la sociedad y que su muerte —por atravesársele al disparo— no debe merecer ninguna sanción para quienes lo mataron”.
En los últimos días, la Corte Suprema decidió que la investigación por el homicidio del joven de 18 años debe seguirse llevando en la Justicia Penal Militar. La familia alega que esto no garantiza imparcialidad y ha pedido vía tutela que lo adelante la Fiscalía, aunque este informe tampoco le favorece a los intereses de la víctima.
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