El ciudadano explicó que al llegar a Cuba los oficiales de Inmigración le indicaron que su situación estaba “bien” y que no querían “hacer un show mediático”.

Sin embargo, afirmó que lo interrogaron en una oficina del Ministerio del Interior y le manifestaron que la manera en la que entró a la isla era “ilegal” y que podía “dañar la seguridad cubana”.

El 14 de marzo del año pasado el cubano fue detenido en Pereira, en donde, al parecer, preparaba un atentado islamista que iba a perpetrar en Bogotá contra estadounidenses.

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Según informaron en ese momento las autoridades, el detenido se comunicaba vía Telegram con grupos extremistas islámicos y había entrado a Colombia de forma ilegal con el objetivo de atentar en la “Zona Rosa” de Bogotá.

Gutiérrez ya había sido deportado de Colombia en 2015 y fue expulsado del país en 2017, cuando también entró de forma irregular.

El cubano comenzó a ser seguido por autoridades colombianas tras el aviso de agencias extranjeras de seguridad, lo que terminó con su detención.

Sin embargo, el pasado 20 de mayo un juez de la capital colombiana lo puso en libertad al indicar que no podía ser condenado por su manera de pensar o lo que publicaba en sus redes sociales.

La medida de expulsión fue tomada tres días después de “manera discrecional” por la Regional Eje Cafetero de Migración Colombia y el director de esa entidad, Christian Krüger Sarmiento, aseguró en un comunicado que la decisión obedece al interés de la institución de mantener la seguridad nacional.