En una audiencia a puerta cerrada que se lleva a cabo este lunes, cuatro de los cinco capturados por el asesinato del fiscal antimafia, aceptaron cargos. Además, revelaron que el atentado perpetrado el pasado 10 de mayo en la isla de Barú, fue coordinado por Comando Capital, una banda criminal brasileña. 

Las personas que asumieron su responsabilidad en el crimen son: Cristian Camilo Monsalve, Eiverson Zabaleta, Marisol Londoño Bedoya y Wendre Still Scot. Todos deberán responder por homicidio agravado y porte ilegal de armas agravado, reseñó Noticias Caracol.

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El quinto involucrado está identificado como Francisco Luis Correa, un antioqueño, de 43 años de edad, que está reseñado por varios delitos en Colombia y que habría recibido unos 120.000 dólares por la muerte de Marcelo Pecci, pero este aseguró que no tiene que ver con el caso.

Este presunto delincuente habría contactado a Marisol Londoño y a su hijo, Cristian Camilo Monsalve, quien, además, tiene una denuncia por violencia intrafamiliar interpuesta por su madre. Sin embargo, el crimen de Pecci los reconcilió y como si se tratara de un negocio de familia, hicieron las veces de marcadores del fiscal.

“La señora Marisol y el señor Cristian, se ha podido establecer que son personas que no solo figuraban como campaneros, sino también aquellas personas que realizaron el seguimiento en el hotel donde se encontraba hospedada la victima, hoy occiso”, señaló el juez que preside la audiencia.

Por su parte, Wendre Still, de nacionalidad venezolana, habría sido el encargado de dispararle a Pecci. Mientras que Eiverson Zabaleta fue quien supuestamente transportó a los sicarios hasta Barú.

Estas personas fueron capturadas en la mañana del 3 de junio, en Medellín, en un operativo coordinado por el CTI de la Fiscalía y la Policía Nacional. Además, contaron con el apoyo de agentes de la DEA y agentes paraguayos que llegaron al país para apoyar las pesquisas investigativas.

En lo que avanza el proceso con los cinco capturados, la Fiscalía continúa en la búsqueda de una sexta persona involucrada que, al parecer, se hospedó en el mismo hotel en el que el fiscal y su esposa disfrutaban de su luna de miel.