Si bien en este caso el demostrarse amor en la intimidad no es un delito, el infringir la orden de aislamiento obligatorio sí lo es, y según informó la alcaldía ni estas personas tenían por qué estar allí ni el establecimiento debía prestar atención al público, en el sector San Andresito La Isla.

Dos parejas que encontraron en dichos establecimientos recibieron un comparendo”, aseguró el secretario de Salud municipal, Nelson Ballesteros, citado en un comunicado de la administración.

El funcionario explicó que el operativo se desarrolló debido a quejas que recibieron “a través de WhatsApp, de que había algunos moteles prestando servicio a la comunidad”.

“Encontramos evidencia de que habían estado recibiendo clientes y prestando el servicio de habitación por horas”, fueron los detalles que entregó Ballesteros, y agregó que tanto los clientes como los dos establecimientos no cumplieron con la medida de prevención decretada para evitar la propagación del coronavirus.

Este tipo de infracciones casi que insólitas se han registrado en varias zonas del país en medio de la cuarentena, y la comunidad no se cansa de reportar desde paseos de olla hasta fiestas clandestinas y juergas en moteles.

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Por ejemplo, el pasado 5 de mayo, la Policía en Cúcuta tuvo que ‘bajarles la calentura’ a 6 parejas que estaban en una residencia del sector de Boconó violando el confinamiento, y a todas les impusieron su respectivo comparendo.

En Cali también pasó, dos semanas atrás en el barrio Obrero, y la Policía descubrió a unas 15 parejas que estaban consumiendo drogas, portando armas y con la presencia de varias “trabajadoras sexuales prestando el servicio”.