María Alejandra Mora vive cerca del casco urbano de Chía, sin embargo, algunos días de la semana tiene que desplazarse a Bogotá para trabajar. Por lo que en las mañanas toma un bus que le cuesta $ 1.600 y la deja en otro paradero, en el que pasa un bus intermunicipal que la entra a la capital por la autopista Norte, por $ 3.800.

La llegada a Bogotá nunca es precisa, puedes tardar a veces desde media hora o hasta dos horas si hay algún accidente, o si en la franja horaria de ingreso de colegios es peor, a veces no hay ningún motivo de trancón, pero siempre es caótico hasta la Escuela de Ingenieros (calle 205 con autopista Norte) de ahí en adelante es rápido, pero a veces no se entiende la razón del trancón”, contó Mora.

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Ella, al igual que otros viajeros, coinciden en que el trancón inicia automáticamente cuando se llega a la autopista Norte. “La verdad para llegar a Bogotá es mejor salir con más de dos horas de anticipación para prevenir estos casos”, señala Mora. Quien ya estando en Bogotá, se sube a un Transmilenio en el Portal Norte, un largo trayecto en el que ya ha gastado $ 8.050.

“Ya estando en bus, puedo tardar de 20 minutos a una hora, esto por la demora de los servicios, y eso que solo me movilizó hasta el Virrey, cuando debo ir a una distancia más larga me tardo más”, concluye Alejandra sobre el trayecto de Chía a norte de la capital.

Por su parte, María Camila Vanegas, quien vive en Cajicá, siempre tiene en cuenta dos rutas para poder entrar a Bogotá; la primera es por el norte, en la que vive lo mismo que María Alejandra Mora, sin embargo, aun así, con todas las complicaciones, ella afirma que esa es la ruta más rápida.

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Sin embargo, recalca que vivir fuera de la ciudad significa gastar $ 322.000 mensuales, entre los buses de los municipios, la otra ruta del terminal a la ciudad y el transporte público de Bogotá.

“Acá es muy costoso movilizarse, entre Cajicá y Chía vale más de $ 3.000 un recorrido como de 15 minutos, la otra ruta es en el terminal de Chía para llegar por la calle 80, esa flota vale $3,800″, señala Vanegas.

Además de los gastos, otra de las quejas más comunes entre los ciudadanos es el tiempo que se pierde entrando y saliendo de la capital, por ejemplo, hoy, en la salida de la calle 80, se volvió a registrar, de nuevo, otro colapso a las 5:50 a.m.

Hora en la que se reportó el volcamiento de un camión en la vía que de Bogotá conduce a La Vega (Cundinamarca), misma calle 80. El accidente se presentó en el kilómetro 2 + 300 metros, en sentido oriente occidente. De acuerdo con versiones de conductores, el vehículo quedó ocupando los dos carriles, por lo que cerró el paso total.

En el mismo sitio, producto del volcamiento del camión, dos vehículos automóviles se chocaron. En ambos accidentes se reportaron solo daños materiales. Debido a la congestión vehicular, el servicio de Transmilenio también fue afectado.

Debido a todo el caos, la movilidad estuvo congestionada en ese punto por más de tres horas. Los servicios alimentadores del Portal 80 estuvieron suspendidos, asimismo, hubo desvíos en buses zonales. Y la espera para las personas que iban en transporte municipal fue tanta que decidieron bajarse para seguir su trayecto a pie. Así lo registraron los usuarios en las redes sociales.

El caos con los buses intermunicipales

Aunque esta opción es la única que tienen los habitantes de la Sabana que no cuentan con un automóvil. Estos buses también causan congestión cerca de los portales de Transmilenio, sobre todo en el Sur y Calle 80, en donde se parquean cerca y en ocasiones llegan a inmovilizar hasta dos carriles.

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Por ejemplo, en el caso del Portal 80, al día se movilizan cerca de 65.000 usuarios. De los que gran parte llegan desde los municipios de Madrid, Mosquera, Subachoque, Facatativá, Funza, Tabio, Tenjo, Cota, Cajicá y Chía.

De acuerdo con Transmilenio, “los horarios de operación y frecuencias que ofertan las empresas de transporte de servicio intermunicipal son autorizadas por el Ministerio de Transporte. Las rutas que presentan mayores frecuencias ingresando al portal de la calle 80 son las de Madrid, Mosquera, Facatativá y Funza, sumando entre ellas cerca de 90 buses por hora”.

Para Plinio Alejandro Bernal, experto en temas de ciudad,“la calle 80 no tiene esa congestión tan pesada de carros como la tienen otras salidas de Bogotá, pero sí tiene un fuerte componente regional, por la conectividad con otros municipios, por lo que debe haber un diálogo entre Cundinamarca y Bogotá; incluso, se podría crear una entidad que maneje la movilidad entre la capital y la región”.

Para Édder Velandia, la medida del puente vehicular que propuso la alcaldesa Claudia López para descongestionar la entrada y salida que hay en el Puente de Guadua (en la autopista Bogotá-Medellín con carrera 120) también es insuficiente, ya que lo ve como una solución para la ciudad, pero no para Cundinamarca. “Transmilenio debería llegar por fuera de Bogotá y debe haber un sitio a donde los buses intermunicipales puedan llegar sin tener que entrar a la capital”.

Ciudadanos opinan

De acuerdo con una encuesta que llevó a cabo El Espectador en redes sociales, encontró que varios ciudadanos tienen las mismas quejas mencionadas anteriormente, pero con el sur de Bogotá. Estas fueron las respuestas:

 

[Se transcriben textualmente]

  • “Twitter solo sube videos de 2 minutos para el trancón de la calle 13 no importa el sentido. El desastre de tráfico. Y la via destruida”: @pattyboj.
  • “Por el occidente calle 13 una locura”: @CiroAlejandro41.
  • “La 80, la Quito. La Boyacá, la Norte y todas las demás…bla bla bla… con esta alcaldesa. Dizque la sobretasa de la gasolina era para las vías NI FU NI FA”: María Teresa Rojas.
  • “La 80, auto sur, auto norte, todas son un caos total a cualquier hora del día”: Mauricio Antolínez.